CONSAGRACIÓN EN EL ORDO VIRGINUM, MINERVA PÉREZ VÁZQUEZ.

Santa Cruz Nieto, San Juan del Río, 02 de agosto de 2021.

Con gran alegría y gozo Mons. Fidencio López Plaza, Obispo de la Diócesis de Querétaro, presidió, la Sagrada Eucaristía en la cual Minerva Pérez Vázquez, se consagró en el Ordo Virginum, como esposa de Cristo y al servicio de la iglesia, en la comunidad de Santa Cruz Nieto, perteneciente a la Parroquia de Santa María de Guadalupe Banthí, San Juan del Rio, Qro.

Uno de los momentos centrales de la celebración fue cuando la hna.  Minerva Pérez Vázquez, ante el Obispo, hizo su propósito de guardar perfecta castidad siguiendo a Cristo Buen Pastor.  Puesta de rodillas  Mons. Fidencio, dijo la «Oración Consecratoria»,  concluida esta oración, nuestro Pastor diocesano, le hizo entrega de las insignias de la Consagración siendo estas:
a) El velo, símbolo de su consagración a Cristo.
b) El anillo, signo de fidelidad y sello nupcial con Cristo.
c) La Liturgia de las Horas, para el cumplimiento de su deber de Oración, para que una su voz a la de Cristo Sacerdote y a la de la Santa Iglesia, alabe sin interrupción al Padre Celestial e interceda por la salvación del mundo entero.

Al inicio de la Homilía Mons. Fidencio saludo y agradeció al padre Tereso párroco de esta hermosa parroquia bajo el patrocinio de Nuestra Señora de Guadalupe, diciendo: Gracias padre Tereso por servir a Dios en los hermanos de esta parroquia, a nombre del obispo y en nombre de Jesucristo el Buen Pastor.

También saludo y agradeció la presencia del padre Sacramento Arias Vicario General, y del padre Saúl Ragoitia Vicario para la Vida Consagrada, al padre Damián Almaraz y del padre Israel que nos conduce en esta hermosa ceremonia, gracias.

Saludos también de manera especial a las hermanas vírgenes consagradas, pónganse de pie para que sean reconocidas en la asamblea como mujeres valientes, en estos tiempos adversos con este carisma que ustedes asumen con tanta alegría, felicidades.

“Saludos también a las hermanas, hermanos, familiares, amigos e invitados y miembros de esta parroquia, después de la siembra de sus habitantes da frutos abundantes y entre ellos también del fruto de una hermana consagrada al servicio de la iglesia, de esta comunidad ante la mirada de Jesucristo el Buen Pastor, de la Santísima Virgen María y de San José”.

Nos hemos reunido con dos motivos muy importantes, el primer motivo para recordarles iglesia quiere decir caminar juntos y que este es precisamente el desafío más grande que tenemos los cristianos católicos, para responder a la realidad y también a lo que Dios nos está pidiendo hoy.  En segundo lugar, en este marco Eucarístico estamos aquí para celebrar que nuestra hermana Minerva, hoy quiere hacer pública su decisión de responder a este gran desafío de caminar juntos, consagrándose al servicio de Dios en los hermanos como esposa de Cristo”.

“Como afirma la Instrucción ““Ecclesiae Sponsae Imago” “la imagen de la iglesia esposa de Cristo”, aparecen en el Nuevo Testamento, como eficaz icono revelador de la íntima naturaleza de la relación que el Señor, que ha querido establecer con la comunidad de los que creen en él.”

“En este contexto hemos escuchado la hermosa parábola del Sembrador, que salió a sembrar, como preámbulo de esta enorme y sugestiva parábola, el evangelista nos presenta a Jesús que sale de la casa, sale para encontrarse con la gente, para sentarse sin prisas y dedicarse por un buen tiempo a sembrar el Evangelio entre toda clase de gentes, para San Mateo Jesús es el verdadero sembrador,  para San Mateo Jesús es el paradigma de todos los sembradores,  la misión principal que Jesucristo nos ha encomendado es sembrar, es salir de la casa,  es ir por todo el mundo, hacer que todos sean discípulos de nuestro señor Jesucristo”.

“Para Jesús lo importante es que, sus discípulos entiendan que hemos nacido para sembrar por eso no anda buscando sólo la tierra buena, él tiene esperanza y siembra semilla en todos los corazones sin distinción, así como lo acabamos de escuchar, una semilla cae en el camino, otra entre espinas, otra entre piedras y otra en tierra buena, lo importante es sembrar, lo importante sembrar y volver a sembrar. Quién entiende el seguimiento de Jesucristo sólo cómo cosechar, en lugar de sembrador se le puede llamar de otro modo, nuestra vocación principal es sembrar hermanos”.

“Jesús sabe que la semilla que cae en tierra buena dará fruto, de eso no tiene ninguna duda, pero para él no hay casos perdidos, él confía que la semilla que cae en el camino, entre piedras o ente espinos, puede algún día encontrar nuevas condiciones, Jesús sabe que para sembrar en el camino se necesita no sólo salir de la casa, es necesario también una buena dosis de amor de coraje y revestirse del entusiasmo propio del sembrador”.

“Jesús sabe que para sembrar entre piedras se necesita ser todavía más creativos y más audaces y tener una gran capacidad de soñar y de caminar juntos, Jesús sabe que para sembrar entre espinos además de no tener asco, ni miedo, se necesita ser sencillos como las palomas y astutos como las serpientes, se necesita una buena dosis de fe, esperanza y de caridad; Jesús sabe también que para sembrar en tierra buena es necesario ser humildes, ser leales, para no caer en la soberbia, ni en la mundanidad, espiritualidad que tanto nos persigue a nosotros los cristianos y los consagrados”.

“Lo primero pues, es decidirse a salir de la casa, eso que el Papa Francisco tiene en la cabeza y en el corazón y cada día nos está impulsando y clarificando, e impulsando a realizar, lo primero es decidirse a salir de la casa, esto es lo que pide siempre Jesús a sus discípulos, “vayan por todo el mundo, vayan y hagan que todos sean mis discípulos, vayan y curen, vayan y expulsan demonios, vayan a anunciar que el reino de Dios ha llegado ya”.

“Vayan a sembrar, para ser buenos sembradores y obedientes a la manera de Jesús, hemos de salir de nuestra seguridad y de nuestros intereses, evangelizar es desplazarse, es buscar el encuentro con los hermanos, no tener miedo de ir a los más necesitados y a los sufrientes, a los enfermos, evangelizar es comunicarnos con los hombres y las mujeres de hoy, es salir a las periferias existenciales, es ser testigos de una iglesia inclusiva, es dejar de vivir encerrados en nuestro pequeño mundo eclesial.

Hemos de aprender a sembrar con fe, hemos de aprender a sembrar con realismo y con verdad a la manera de Jesús, el paradigma de los sembradores que evangelizan no es solamente transmitir la fe, sino hacer posible el nacimiento de una fe que brote no como clonación del pasado si no como respuesta nueva al evangelio, escuchado desde las preguntas de los hombres y mujeres de nuestro tiempo, desde los sufrimientos, los gozos y las esperanzas de nuestros hermanos, no es el momento de distraer a la gente con cualquier cosa, es la hora de sembrar y de volver a sembrar en los corazones el mensaje limpio, poderoso del Evangelio, que es Jesucristo nuestro Seño.

A todo esto, hermana Minerva, a todo esto hermanas vírgenes consagradas, Dios les invita a ser testigas fieles de su amor y de su misericordia, por eso oramos por ustedes y las encomendamos a la misericordia de Dios. “Padre celestial, que habitas con amor en los cuerpos castos y te deleitas en las almas puras”, mira con bondad a esta hija tuya Minerva Pérez Vázquez que, después de un largo camino está aquí en su comunidad, entre quienes la han visto crecer y desarrollarse para consagrar su vida, para consagrarse en el orden de las vírgenes al servicio de tu iglesia, concédele ser una esposa amorosa, esposa fiel y servidora de Jesucristo y de la iglesia. Que nuestros queridos padres siempre limpios San José y la Santísima Virgen la custodia y nos custodien y nos acompañen. Concluyo.

Al terminar la celebración Mons. Fidencio les dio la bendición, y los allí reunidos le brindaron un fuerte aplauso y pasaron a tomar la foto del recuerdo, con los sacerdotes concelebrantes y las vírgenes consagradas.