CONFIRMACIONES, PARROQUIA SAN RAFAEL GUÍZAR Y VALENCIA.

Tlacote, Querétaro, Qro., 21 de octubre de 2018.

El día domingo 21 de octubre de 2018, Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de la Diócesis de Querétaro, presidió la Santa Misa en la Parroquia San Rafael Guízar y Valencia, ubicada en Hidalgo s/n esq. Galeana Tlacote el Bajo, Qro., en la cual 254 niños, jóvenes y adultos, recibieron el Sacramento de la Confirmación, después de haber recibido su catequesis correspondiente, fueron presentados por el Párroco Pbro. Humberto Acevedo Tacuba quien dio testimonio que ser aptos para recibir tan grande gracia, como lo es el Don del Espíritu Santo, mismo que recibieron los Apóstoles el día de Pentecostés, con la imposición de las manos y  la unción con el Santo Crisma.

En la celebración y en el momento de la Homilía, Mons. Faustino les compartió diciéndoles: “Saludo a todos ustedes agentes de Pastoral, miembros de esta comunidad parroquial de San Rafael Guízar y Valencia con afecto,  en esta tarde que nos alegramos por estos niños y jóvenes que van a ser confirmados; La  Confirmación se hace invocando al Espíritu Santo,  El Espíritu Santo ya ha venido sobre estos niños desde su Bautizo como vino a nosotros y después con más plenitud en El Sacramento de la Confirmación.

El Sacramento de la Confirmación, que tiene sentido sobre todo que se conoce a través de la larga preparación que con anterioridad han tenido estos niños y papás en esta comunidad parroquial, sin duda han aprendido que el Espíritu Santo es la fuerza que los mueve, que  los transforma, el ejemplo está en el la misma Palabra de Dios en los hechos de los Apóstoles, cuando después de la muerte de Jesús Ellos estaban atemorizados habían visto como lo le había ido a su maestro, que lo habían matado, que lo habían torturado, que había sufrido tanto, que él mismo se los había dicho, esta es la suerte de Jesús, “aquel que quiera ser mi discípulo tome su cruz de cada día y que me siga”, sin duda el temor era muy humano, sin embargo Jesús no quiere dejarlos solos.

Hoy en el Evangelio se nos anuncia y les dice ¿podrán ustedes sufrir las pruebas que yo voy a sufrir? -y ellos le dicen: si, dicen sí pero no calculan que en este si, en algún momento pueden tropezar como en algunas ocasiones lo hacemos nosotros,  todos sin excepción, todos en algún momento dado de nuestra vida tenemos tropiezos pasamos pruebas, hay momentos en que los seres humanos ofendemos a Dios, con nuestras acciones, con nuestros pecados y es la razón por la cual qué bueno qué padrinos y madrinas se hayan acercado antes a la Confesión,  el sacerdote sin duda los convoca para que vengan en estado de gracia y puedan comulgar siendo padrinos y madrinas, ese es uno de los elementos fundamentales para que alguien sea padrino, que pueda estar en gracia.

Que el Espíritu Santo se siga derramando hoy cómo se derramó en aquel momento en que tanto lo necesitaban los discípulos, el Espíritu Santo hizo que atendieran todo lo que Jesús les había pedido, antes cuando fueron sus colaboradores que tenían que hacer lo que él mismo hizo, a pesar de la cruz, de  los momentos difíciles, por eso les regala este Don,  el mismo que vamos a invocar hoy, se los regala en Pentecostés y los discípulos ya no tienen más miedo, salen, abren las puertas y hablan de Jesús y algunos de ellos murieron por Jesús, dando testimonio de lo que ellos creían.

Hoy el Espíritu Santo se sigue derramando para hacer lo que Jesús nos pide, ¿Qué es lo que nos pide Jesús? -hoy en el Evangelio nos dice que la vida del cristiano debe ser una vida de servicio,  por eso les invito a pensar cada uno de nosotros como hombres y mujeres de fe, ¿Cómo servimos a los demás? -me queda claro que los catequistas y las catequistas sirven a la comunidad enseñándoles a sus hijos, catequizándolos, también que las personas del coro y del equipo de liturgia sirven a la comunidad desde la Pastoral Social, pero si nosotros revisamos el número veremos que son muy pocos en relación a la gran cantidad de fieles y habría que preguntarnos y ¿yo qué hago? y la respuesta es -que tienen en sus manos llenas de obra de servicio a Dios y de los demás y es importante pensar si yo tengo al Espíritu Santo, ¿para que me ha regalado este Don el Señor?.

Hermano que el Espíritu Santo nos haga Apóstoles, como esos Apóstoles servidores de Cristo y servidores de la comunidad, que el Espíritu Santo ayude a estos niños a ser unos buenos cristianos,  por eso se les tiene que dar buen ejemplo y por eso los papás teniendo una ayuda de los padrinos y madrinas, y por eso los  invitaron a que les acompañen y por eso escogieron a los mejores;  tal vez alguno dirá yo no soy el mejor,  pero puedes hacerlo  pueden dejar atrás todo eso que tanto les atrasa en tu relación con tu pareja, en relación con los demás, en tus esfuerzos por ser mejor.

Que el Espíritu Santo se derrame en nosotros y nos ayude con la intercesión de la Virgen María de Guadalupe, la Santísima Virgen María que nunca nos deja solos, vamos a pedirle en silencio un momento al Señor que nos ilumine con su Espíritu y que siempre tengamos Claro que tengo que hacer por Dios y por los demás. Que así sea».

Para terminar la celebración  Mons. Faustino les dio la bendición, y El Sr. Cura agradeció la presencia del Sr. Obispo a esta comunidad parroquial.