Circular N° 42: Jubileo Extraordinario de la Misericordia

Prot. N° 113/2015 – Circular N° 42/2015

Asunto: Jubileo Extraordinario de la Misericordia

 

A los hermanos presbíteros,

a los miembros de la vida consagrada,

a los movimientos y asociaciones de fieles,

y a los demás fieles de la Diócesis de Querétaro,

a todos los hombres y mujeres de buena voluntad:

1. Atendiendo a la llamada universal que Su Santidad el Papa Francisco nos ha hecho a través de Bula Misericordiae Vultus (11 de abril de 2015), para convocar y celebrar un Jubileo Extraordinario de la Misericordia, quiero invitarlos a todos ustedes para que nos dejemos envolver por la mística y la belleza de este gran acontecimiento y aprovechemos las gracias que la misericordia de Dios nos quiere regalar. Conscientes de que este momento histórico que nos ha tocado vivir, es un momento intenso para tener la mirada fija en la misericordia y poder ser también nosotros mismos signo eficaz del obrar del Padre” (cf. MV, 3).

2. El gran jubileo dará inicio el 8 de diciembre de 2015, solemnidad  de la Inmaculada Concepción, con la apertura de la Puerta Santa en la Basílica de San Pedro en Roma, señalando que en esta ocasión la puerta será una “Puerta Santa de la Misericordia”, de manera que todos aquellos que necesitamos de la misericordia del Padre, al cruzar por ella podamos   experimentar el amor de Dios que consuela, que perdona y ofrece esperanza. El Santo Padre ha decidido elegir esta fecha pues este día se celebrará el quincuagésimo aniversario de la conclusión del Concilio Ecuménico Vaticano II.

3. El domingo 13 de diciembre, III Domingo de Adviento, se abrirá la Puerta Santa de la Basílica de San Juan de Letrán y demás Basílicas papales; nosotros como un signo visible de comunión con la Iglesia madre de Roma, abriremos también la puerta de nuestra Santa Iglesia Catedral, celebración a la cual les convoco y les ánimo a ser partícipes, de modo especial, quiero invitar a los Sacerdotes, a los Consejos Parroquiales de Pastoral, al Seminario, a los miembros de la vida consagrada, a los representantes de los movimientos laicales y a todos aquellos fieles que deseen con alegría, a unirse a esta gran celebración a las 9:00 am en el atrio del Templo de la Parroquia del Sagrado Corazón (Santa Clara), donde en peregrinación nos dirigiremos hacia la Catedral y así abrir con solemnidad la Puerta Santa. Invito a cada parroquia para que se una a esta gran celebración, realizando en sus comunidades la Santa Misa de apertura del año santo,  según el Rito que en su momento la Comisión Diocesana de Pastoral Litúrgica nos propondrá.

4. He decidido que al tiempo que se abra la “Puerta Santa de la Misericordia” de la Santa Iglesia Catedral, en la diócesis de Querétaro, se abra la puerta de los siguientes  templos  y santuarios diocesanos: Basílica de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano, Soriano Colón, Qro; Santuario de la Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, San Juan Dehedo, Amealco, Qro; Santuario de  Nuestra Señora del Pueblito, El Pueblito, Corregidora, Qro; Santuario de Santa María de Guadalupe, San Juan del Río, Qro; Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, La Congregación, Centro Histórico; Santuario de Nuestra Señora de los Remedios, Cerro Grande, Victoria, Gto; Santuario de Schoenstatt, Rancho los Olvera, El Pueblito, Corregidora, Qro;  el Templo parroquial de Santiago de Jalpan, Jalpan, Qro; el Templo Parroquial de Santa Rosa de Lima, Santa Rosa Jáuregui, Querétaro, Qro; el Templo Expiatorio de Carmelitas, Centro Histórico, Santiago de Querétaro, Qro;  el Templo de San José de Gracia, Centro Histórico, Santiago de Querétaro, Qro; el Templo Expiatorio del Sagrado Corazón de Jesús de la Misericordia, Col. Jardines de Querétaro, Santiago de Querétaro, Qro; las Capillas de los Centros de Readaptación Social y los Reclusorios presentes en el territorio diocesano; con el firme propósito de que sean manantiales de la misericordia del Padre, especialmente en la celebración alegre y festiva de los Sacramentos de la Eucaristía, la Reconciliación, la Unción de los Enfermos y, además, atendiendo al deseo del Santo Padre que sean lugares donde se pueda lucrar con la ‘Indulgencia Plenaria’, siempre y cuando se cumpla con las condiciones establecidas por la disciplina de la Iglesia, como lo es: la confesión sacramental, la comunión eucarística y la oración por las intenciones del Sumo Pontífice. 

5. Un signo visible del año jubilar es la ‘peregrinación’, pues la vida es una continua peregrinación y el ser humano es siempre un hombre en camino; animémonos juntos a hacer una  peregrinación a la Iglesia Catedral o a los Santuarios diocesanos durante este jubileo, y que nuestra meta definitiva sea no juzgar y no condenar (cf. MV, 14). Además, les animo para que durante este año aprovechemos las peregrinaciones diocesanas ya establecidas, para vivir la experiencia de ser hombres y mujeres peregrinos “Testigos de la misericordia”.

6. “En este Año Santo, podremos realizar la experiencia de abrir el corazón a cuantos viven en las más contradictorias periferias existenciales, que con frecuencia el mundo moderno dramáticamente crea” (MV, 15). Este año será una oportunidad extraordinaria para recuperar el conocimiento y la práctica de las obras de misericordia corporales: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, acoger al forastero, asistir los enfermos, visitar a los presos, enterrar a los muertos. Sin olvidar  las obras de misericordia espirituales: dar consejo al que lo necesita, enseñar al que no sabe, corregir al que yerra, consolar al triste, perdonar las ofensas, soportar con paciencia las personas molestas, rogar a  Dios por los vivos y por los difuntos. Les invito para que hagamos de ellas un itinerario de vida espiritual. En su momento la Vicaría de Pastoral junto con las diferentes Pastorales diocesanas nos ofrecerán las catequesis de cada una de ellas, para que podamos profundizar en las obras de misericordia y en los caminos para vivir de la mejor manera este año de gracia,  como auténticos seguidores discípulos misioneros de la misericordia.

7. Quiero invitarles para que de manera primordial durante este año jubilar fortalezcamos la Pastoral  Penitenciaria, especialmente en aquellos decanatos donde hay presencia de alguna cárcel o algún centro de readaptación. No podemos conformarnos con creer o pensar que nada podemos hacer, la gran mayoría de los presos necesitan encontrarse con el rostro misericordioso del Padre; además es necesario trabajar con  sus familiares, quienes muchas veces se ven imposibilitados para poder hacer algo o ver por sí mismos. Otro camino muy particular que deseo exhortarles a trabajar es la Pastoral de la Movilidad Humana y Personas ‘sin techo’, es importante propiciar estructuras que ayuden a los indigentes y personas solas en sus necesidades básicas como son el comer, el dormir, y la higiene personal. Es mi deseo además, que durante este año, hagamos de la Pastoral de la Salud un itinerario que nos comprometa para fortalecer los ‘Equipos de atención sanitaria’, especialmente en los hospitales. Se necesita que las parroquias en cuyo territorio parroquial se encuentre un hospital o sanatorio se vean comprometidas en la atención espiritual de los enfermos.

8. Les exhorto a vivir la próxima Cuaresma como un tiempo para celebrar y experimentar la misericordia divina. Insistiremos en retomar la iniciativa 24 Horas para el Señor, el viernes y el sábado anterior al IV Domingo de Cuaresma, invito a los sacerdotes a disponer tiempo para oír las confesiones aún por la noche; mucha gente ha vuelto a la confesión especialmente los jóvenes, hagamos de ella un apostolado. Recordando que también la misión es cuestión horario (cf. EG, 27). Especialmente deseo convocar a los Padres decanos para coordinar las celebraciones comunitarias de la reconciliación en cada una de las parroquias durante el santo  tiempo de la Cuaresma donde en comunión los sacerdotes ofrezcan la fiesta de la misericordia. Además, les invito de retomar la noble tradición de los ‘viernes primeros’ donde se administre el Sacramento de la Reconciliación y se reciba la Sagrada Comunión. Este gran jubileo es una oportunidad muy hermosa para que cada parroquia, viva su identidad de ser una ‘comunidad de comunidades’ donde la nota esencial sea, la de ser una Madre de la misericordia que acoge a todos lo que por razones varias de la vida se han visto heridos o extraviados en el camino.

9. Acogemos con entusiasmo la iniciativa del Santo Padre en otorgar a los sacerdotes, Misioneros de la Misericordia, facultades especiales para perdonar los pecados reservados a la Santa Sede, les recuerdo además; “por este motivo, el Santo Padre, ha decidido conceder a todos los sacerdotes para el Año jubilar, no obstante cualquier cuestión contraria, la facultad de absolver del pecado del aborto a quienes lo han practicado y arrepentidos de corazón piden por ello perdón” (cf. Carta del Santo Padre Francisco con la que se Concede la Indulgencia con Ocasión del Jubileo Extraordinario de la Misericordia, del 1 de septiembre de 2015). Me uno al llamado que Su Santidad hace a quienes promueven o son cómplices de la corrupción, exhortándoles a buscar un cambio de vida.

10. El año santo se concluirá el 20 de noviembre de 2016 en la fiesta de Jesucristo Rey del Universo, que nosotros clausuraremos el 13 de noviembre a las 9:00 a.m., en la Iglesia Catedral con la participación del Consejo Diocesano de Pastoral, que se convertirá  en una gran oportunidad para profesar el Señorío de Jesucristo, en todos los ámbitos de la vida pastoral de la Diócesis, con el firme deseo de que el bálsamo de la divina misericordia impregne el mundo presente, porque ella es el modo de actuar de Dios con nosotros, la viga maestra que sostiene a la Iglesia, les pido encarecidamente que toda iniciativa pastoral sea revestida de esta ternura divina para todos nuestros fieles (cf. MV, 10).

11. Que todos juntos como comunidad cristiana, bajo el lema: “Misericordiosos como el Padre”, aprovechemos este tiempo de gracia y reconciliación y, atendiendo a  las palabras del Apóstol san Pablo  “nos dejemos reconciliar con Dios” (cf. 2 Cor, 5, 20). Todo en nuestra acción pastoral deberá estar revestido por la ternura con la que se dirige a los creyentes; nada en el anuncio y en nuestro testimonio hacia el mundo, puede carecer de misericordia. La credibilidad de la Iglesia pasa a través del camino del amor misericordioso y compasivo. La Iglesia «vive un deseo inagotable de brindar misericordia»” (cf. MV, 10).

12. Pido se dé a conocer esta circular  y  se reflexione en los Consejos Parroquiales de Pastoral, en los templos y capillas de la Diócesis, casas de formación y en todas las instancias posibles, de manera que se difunda entre todo el pueblo de Dios  esta hermosa iniciativa de fe del Santo Padre.

13. Finalmente, hago un sereno llamado a todos los hombres de buena voluntad a buscar la indulgencia en este año, abierto especialmente para encontrarnos con la bondad del Señor.  Encomiendo a la intercesión de la Santísima Virgen María, Nuestra Señora de los Dolores de Soriano, este tiempo especial de misericordia, para que sea vivido como ella, madre de la misericordia.

En la Sede Episcopal de Santiago de Querétaro, a los 24 días del mes de noviembre de 2015.

Fraternalmente en Cristo y María.

 

† Faustino Armendáriz Jiménez

Obispo de Querétaro

Pbro. Dr. Jorge Hernández Nieto

Canciller