ACCION DE GRACIAS, CLAUSURA DE DIPLOMADO DE TEOLOGIA, UNIVA.

Tabaqueros 303, Carretas, Querétaro, Qro. 8 de agosto de 2017.

Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de la Diócesis de Querétaro, presidio la Sagrada Eucaristía en el Templo Parroquial de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, ubicada en Tabaqueros No. 303, Col. Carretas, Querétaro,  el día 8 de agosto del presente año, en el marco de la celebración Litúrgica de Santo Domingo de Guzmán, con motivo de la Clausura del Diplomado de Teología, de la UNIVA, en la que 41 alumnos concluyeron sus estudios correspondientes a este Diplomado, a quienes  en  su homilía Mons. Faustino invito a no quedarse para sí, lo aprendido, sino a compartir con la comunidad y a evangelizar, siguiendo el ejemplo de Santo Domingo de Guzmán, ser más contemplativos, porque nadie puede dar lo que no tiene.

Palabras iniciales de Mons. Faustino: “Elevamos nuestra acción de gracias por quienes han terminado esta etapa de formación,  del Diplomado de Teología, agradezco a ustedes  por  interesarse en los misterios de Dios, no solamente  para bien de sus personas sino también para bien de la comunidad  en la que prestan sus servicios”. En su Homilía les compartió:

“Saludo especialmente a quienes hoy terminan su Diplomado de Teología,  41 me han dicho, y sin duda terminar una etapa de formación nos invita a empezar  otra, es un año, han hecho  una introducción para un Diplomado, creo que si se profundicé un  poquito más quienes profundizan en la fe,  de los misterios insondables de Dios.

 Sin duda es mucho de ello para ustedes hermanos laicos y también para una institución  como la UNIVA, el poder abrir  estos espacios de formación  para muestra sociedad, y resalto este medio porque dentro de todas sus ocupaciones, seguramente son muchas  también el trabajo de casa siempre absorbente, ustedes  dedican este espacio para Dios.

Porque estudiar Teología es conocer más a Dios, si ustedes tienen  si la ciencia la es penetrar estos misterio en la razón para poder conocer  más, porque lo que se conoce más se ama más, y ciertamente el poder estudiar es un gran reto, el  poder aprender cada vez más, trae consigo desafíos,   porque lo que se tienen hay que compartirlo,  lo que se aprende,  no se aprende para  de manera egoísta guardarlo en el interior, sino para darlo a los demás,  quizás  este podría ser un objetivo de un diplomado, aprender más para dar más.

Hoy celebramos un Santo que enseño mucho, a Santo Domingo de Guzmán,  que fundo la Orden de los Predicadores, pero para poder predicar y para poder  enseñar, él tuvo que ser antes  un hombre contemplativo, es decir   dialogar con Dios, y este dialogo con Dios como lo enseña  en la Primera Lectura tiene que ser cara a cara, puedes estudiar  mucho, conocer muchas cosas de Dios sin embargo es fundamental  ir fortaleciendo  ese diálogo con Dios,  para conocerlo realmente a él,  y no solamente cosas o elementos de él,  por eso estudiar Teología seguirá siendo un desafío  que te creara inquietudes de conocer más, pero también de orar más, es decir  como Santo Domingo de Guzmán ser más contemplativos,  porque nadie  puede dar lo que no tiene.

Seguimos siendo los mismos seres humanos,  seguimos  teniendo nuestras fragilidades sin embargo, tenemos que seguir escuchando y ser buenos servidores, y ciertamente  pero también agradece más el hecho de  conocerle más personalmente,  y siempre es un desafío, la vida cristiana, la vida del bautizado es un reto  permanente que se tiene que afrontar con la ayuda  de Dios.

Hoy el  Evangelio que hemos escuchado la preocupación de Dios por nosotros,  y

¡Cómo corresponder a esa preocupación de Dios por nosotros!,  a ese Dios que les da de comer a todos aquellos hambrientos, nos dice el Evangelio: “después de la multiplicación de los panes,  él se retiró y se retiró a orar, y se retiró a hacerlo  a solas”. Sin embargo cuando los despacha a la otra orilla del lago  aquellos discípulos en esa trayectoria se ven en dificultades, sin embargo allí se aparece Jesús, allí se hace presente, y  para poder aceptar y reconocer a Jesús  y no creer que es un fantasma, que es una utopía,  que es algo irreal, se necesita fe, y se necesita creerle a Jesús a ese “no teman soy yo”,  más aun vénganse a caminar con migo sobre las aguas, y allí va  Pedro caminando sobre las aguas y caminar sobre las aguas es cosa de fe.

Sin embargo en todo momento podemos fracturar esa fe, podemos debilitar nuestra fe, por nuestros miedos cualesquiera que sean,  como los de Pedro que ante el miedo al  viento empezó a hundirse, sin embargo  tenemos la alternativa siempre de extender la mano y decirle, Señor ayúdame, Señor sálvame y recibir porque no,  la reprimenda de Jesús por la falta de fe,  ¿Qué falta de fe tienen tú?.

Hermanos, el camino que ustedes van recorriendo es un camino de fe, por eso felicidades por este esfuerzo, sé que se sienten estudiantes, “como jóvenes estudiantes”, sé que se sienten orgullosos del deber cumplido,  pero en definitiva lo que ustedes sacaron es fruto de su esfuerzo, y sobre todo de un gran entusiasmo para continuar en algo diferente a su profesión, a su trabajo, y eso es de valientes, pero sobre todo es de hombres y de mujeres de fe.

Que el Señor los siga iluminando y ahora ir viendo ¿Qué van a hacer con todo lo que  aprendieron?,  seguramente cada uno tiene una respuesta, pero yo les sugiero que lo compartan, algunos dirán ya lo hacemos en sus comisiones, o en su pastorales, como catequistas, como miembros del coro etc., pero en definitiva siempre hay un abanico de posibilidades, para servir, esto no selo queden para ustedes, sino que lo compartan  de alguna u otra manera a la comunidad, de tal manera que eso sea evangelización.

Que el Señor les ayude y que hoy de manera especial pedimos la intercesión  de Santo  Domingo de Guzmán, un hombre contemplativo,  un hombre que amaba la misión, que amaba la  Santísima Virgen María, también pedimos la intercesión de nuestra madre del cielo para que cada uno de nosotros cada vez conozcamos más a su hijo Jesús, los misterios de Dios, y le amemos más a él, y sobre todo descubramos el gran tesoro de Dios, que él nos ama a nosotros. Que Así sea”.

Antes de la bendición la Rectora del Plantel de la UNIVA agradeció a Mons. Faustino, el que haya presidio la Santa Misa, en acción de gracias por los 41 alumnos que terminaron este Diplomado de Teología y los familiares que les acompañaron e invito a los graduados a ser luz, donde no la hay y a llevar esperanza a sus parroquias para trabajar en conjunto con la Diócesis y a ser testimonio en donde se encuentres, cada uno.

Mons. Faustino dio su bendición y para finalizar se les invito a los graduados a tomarse la foto del recuerdo.