59 ANIVERSARIO DE ERECCIÓN DE LA PARROQUIA LOS SIETE DOLORES DE MARÍA SANTÍSIMA EL CAPULÍN, SAN JOSÉ ITURBIDE, GTO.

12 de enero…. Pero de 1962, 59 años de la Erección de la Parroquia Los Siete Dolores de María Santísima (El Capulín, San José Iturbide, Gto)
Pbro. Francisco F. Gavidia Arteaga colaboración especial Pbro. Lic. Miguel Zarazúa Virula.
La Villa del Capulín es un poblado del municipio de San José Iturbide del estado de Guanajuato, donde la encrucijada de los rumbos. Casas viejas (San José Iturbide), Santo Tomás, Tierra Blanca, La Cieneguilla, El Capulín y Pinal del Zamorano contienen la evidencia histórica y arqueológica de asentamientos prehispánicos aunque los sistemas constructivos que se observa no corresponden con la etapa final del México pre prehispánico, habiendo sucedido durante siglos anteriores a la llegada de las naciones chichimecas, portadas del arco y la flecha con la que sometió a los antiguos habitantes del territorio, así como a las naciones del altiplano central.
En la región mesoamericana que comprendía los Estados de Zacatecas, San Luis Potosí, Guanajuato, Tamaulipas, Querétaro, y otros varios vivieron tribus con características comunes: cultivaban el maíz, frijol, Chile, calabaza, etc. Construyeron pirámides y templos, pintaban códices y realizaban otras actividades agrícolas y militares. Entre las tribus que habitaban Aridoamérica estaban los chichimecas que se dedicaban a la recolección la caza y la pesca.
Dentro de esta zona chichimeca el Capulín formó parte de ella. Alguna evidencia hay de este paisaje antiguo del que los colonizadores españoles se apoderaron, y de otras regiones. porque se trataba de una encrucijada natural de caminos en terrenos del mayorazgo de Guerrero Villaseca, dice José Guadalupe Romero, fraccionado posteriormente en las haciendas de El Capulín, Charcas, San Jerónimo y San Diego. Hicieron la conquista por guerra y el poblamiento por congregaciones de indios. Ante la necesidad de enlazar los nuevos centros de población con unidades de producción, dispusieron de las rutas antiguas, convenientes al sistema de transporte de cabalgaduras y carretas. La mayor extensión territorial fue la de El Capulín hacienda y congregación de las más antiguas en el territorio occidental del Estado de Guanajuato. El capulín quedó en la encrucijada con el camino hacia la zona metalífica de la Sierra Gorda, viniendo desde el camino de las Carretas.
Según cuentan, fue fundado en dos ocasiones la primera en 1794 en terrenos pertenecientes al mayorazgo Guerrero y a Alonso de Villaseca a quienes se les concedieron estas tierras sin haber haciendas, colindando con el Jovero, Cofre y San Juan de los Llanos, lugar donde se formó San José Iturbide.
La segunda fundación está de la siguiente manera: se fundan dos nuevas comunidades, donde fue la cabecera de la Hacienda de Charcas, la otra, donde era la Hacienda del Capulín siendo está bajo mejores auspicios y con mejores elementos de abundancia de buena agua para el consumo y para el riego, mayor extensión de terrenos para los habitantes propietarios, solo necesitando quién con inteligencia trace sus calles convenientes.
En un principio se menciona que El Capulín estuvo habitado por otomíes más tarde fueron conquistados por los españoles dando lugar a la formación de la gran Hacienda de el Capulín aparcándolo que hoy es Xichú, Victoria, Doctor Mora, Tierra Blanca y San José Iturbide, esto en el siglo XVIII
Fue un lugar con mucha vegetación y una pequeña laguna situada en lo que es qué es la colonia del Fresno, donde se localizan unos colmillos de mamut. Para el poniente se dice que existió una tribu caníbalesca ahí se perdían muchas diligencias.
Se han encontrado también algunos objetos arqueológicos en esta zona: tales como ollas y molcajetes, etc. En las cercanías existe un pequeño monte semejante a una tumba y que según dicen fue hecho por los indígenas, tenía una piedra que al golpearlas sonaba como campana para reunión de ellos (la piedra existe, solo que está rota)
Los padres Fray José Malabear y su hermano Ambrosio emprendieron su misión evangelizadora, celebraban la Eucaristía bajo un árbol, donde actualmente se encuentra el bautisterio, permanecieron así casi tres años. Hicieron una capilla (hoy en día el salón del curato) Los trazos de la población del Capulín se debieron a los padres Malabear quiénes vivieron en un lugar propiedad del señor Aniceto Arvizu, tenía una casita en el lugar donde está el Fresno qué le da el nombre a la colonia.
El pueblo crecía y surgió la necesidad de construir un templo, en 1899 se colocó la primera piedra del templo actual, misma que puso el padre Fray José María Malabear junto con su hermano Ambrosio Malabear; se dice que los cimientos eran muy profundos (más de 10 metros) y que tenían que estar sacando el agua para poder hacer la cimentación pero se tuvo que dejar continuar después, sólo quedan los cimientos inconclusos estos padres predijeron que sería un pueblo grande, poniendo además las cruces divisorias de la Garrapata, Ojo de Agua del Refugio, Santa Anita, Las Medias, Carvajal y hasta las serranías de las cruces.
Por el año de 1872 suspendieron por falta de fondos económicos y aportación de los vecinos la construcción del templo, los padres Malabear se fueron para Picaflores se dice que han agustinos y que en este lugar había un monasterio ahí fue donde murieron.
Al poco tiempo el padre Juan Plaza continuó con la cimentación que había quedado inconclusa por los padres Malabear al darse cuenta el señor cura don Nicolás Campa, que habitaba en San José Iturbide, que el padre Juan Plaza estaba construyendo un templo en el capulín se disgustó mucho y le prohibió poner una piedra más, incluso se lo lleva de Vicario San José Iturbide.
A la muerte del padre Plaza se procedió con la construcción del templo por el padre José Cleofás Arvizu hace un diseño para continuar con la construcción del Templo Parroquial y en compañía del señor Tiburcio Trejo se logró terminar la construcción del templo parroquial, gracias a la ayuda de Don Marcos Arcila, que era originario de la Hacienda La Carbonera, San Luis de la Paz Gto.) y que estuvo habitando en la casa del molino de trigo del Capulín. Un año después ya con la pintura (la pintó el General Ibis de origen alemán) en el año de 1911, hubo grandes fiestas, pues había suficiente motivo para festejar, estos festejos organizados de común acuerdo con el sacerdote y el Delegado.
Para bendición del templo, el día 3 de enero de 1912 fue invitado el señor obispo de Querétaro Don Manuel Rivera Muñoz, llegando en tren al poblado de Pozos, por orden del el señor Ducoing (un rico hacendado), se arregló el carruaje de mulas y escoltado por el propio señor Ducoing, sus hijos y los coches más llegó al Capulín que lucía adornado desde la calle derecha (hoy allí Hidalgo y José Camarillo) dando vuelta hasta donde hoy es el panteón; la bendición fue el 12 de enero de 1912 y las fiestas se prolongarán durante ocho días.
A la muerte del padre Arvizu, quién fueron los principales fundadores de la fiesta de los Reyes Magos arribaron los padres Martín y el padre Perfecto García quedándose en el Capulín el padre Martín y el padre Perfecto García se fue para Charcas (hoy Doctor Mora) pero el padre Perfecto le venía a dar ayuda.
El 28 de julio de 1933 arriba a esta población del padre Porfirio Vega Guerrero para hacerse cargo de la Vicaría Fija de Nuestra Señora de los Dolores, su labor de este lugar fue altamente positiva con los mejores materiales y espirituales.
En la conmemoración del Quincuagésimo Aniversario de haber sido bendecido solamente el templo parroquial, se inició la obra de poner piso nuevo al templo, se colocó la primera losa el 9 de abril de 1961 y para el 6 de enero de 1962 se bendijo el piso, el 12 de enero de 1962, el señor Obispo Don Alfonso Toriz Cobián erigió la Parroquia de los Siete Dolores de María, Santísima, desmembrándose de la Parroquia de San José Iturbide, nombrando Primer Párroco al entonces Vicario Cooperador de la mencionada Parroquia de San José Iturbide Residente en El Capulín Gto., con carácter de Párroco Amovible al Sr. Pbro. Porfirio Vega Guerrero.
Poco a poco la salud del Padre Porfirio fue mermando sus fuerzas y para su ayuda fue nombrado por el señor Obispo el padre Gonzalo Zarazúa como auxiliar de la parroquia. El padre Porfirio Vega después de una larga enfermedad murió el 12 de diciembre de 1965 y fue sepultado en la nave de la Iglesia junto al señor Marcos Arcila como grandes benefactores parroquiales.
En el año de 1964 el padre Gonzalo Zarazúa construyó la casa del Vicario, En 1981 el padre Guillermo Landeros renovó las bancas del templo y comenzó a traer la Imagen de la Virgen de Soriano. En el año de 1986 el padre Gonzalo Vega puso el reloj del templo parroquial. En el año de 1989 el padre Alfonso Trejo remodeló el curato y al templo le hizo notables mejoras.