DISCURSO EN LA PRESENTACIÓN DE LA EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POST-SINODAL AMORIS LAETITIA

DISCURSO EN LA PRESENTACIÓN DE LA EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POST-SINODAL AMORIS LAETITIA

Aula magna del Seminario Conciliar de Querétaro, Hércules, Qro., 18 de abril de 2016.
Año de la Misericordia – Año de la Evaluación y Programación del PDP
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Buenas noches,

1. La feliz ocasión de reunirnos esta noche, nos permite centrar nuestra mirada en la Exhortación Apostólica Postsinodal Amoris Laetitia, sobre el amor en la familia que el Papa Francisco nos ha regalado como fruto de la reflexión, después de haber escuchado a los fieles laicos, a los matrimonios, a los consagrados y consagradas, a los sacerdotes y —sobretodo— a los obispos de todas partes del mundo, primero en la III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los Obispos del 5 al 19 de octubre 2014, para asimilar las inquietudes y respuestas a la encueta mundial y después de manera ordinaria mediante la XIV Asamblea General del Sínodo de los Obispos que se llevó a cabo en Roma del 4 al 25 de octubre de 2015.

2. El Papa ha escrito esta hermosa carta como la respuesta a la crisis social y espiritual que interpela la misión evangelizadora de la Iglesia para la familia, núcleo vital de la sociedad y de la comunidad eclesial. “Como han indicado los Padres sinodales, a pesar de las numerosas señales de crisis del matrimonio, «el deseo de familia permanece vivo, especialmente entre los jóvenes, y esto motiva a la Iglesia», como respuesta a ese anhelo «el anuncio cristiano relativo a la familia es verdaderamente una buena noticia»” (cf. AL, 1) Aquí radica su importancia y lo valioso de este documento.

3. La Exhortación ha sido hilvanada en 325 numerales, que en el trasfondo contienen 351 citaciones al pie de página y que reflejan una muy cercana concordancia con la relación final que los padres sinodales le han entregado al Papa al finalizar el Sínodo; vemos que al interno del documento existen un sinfín de citaciones bíblicas lo que hacen de él un documento de una riqueza bíblica extraordinaria; además llama nuestra atención que las citaciones al interno de la exhortación dejan muy clara la continuidad con el Concilio Vaticano II, el Magisterio reciente de los Papas el Beato Pablo VI, San Juan Pablo II y Benedicto XVI, además del Catecismo de la Iglesia Católica y del Código de Derecho Canónico. Es importante señalar la presencia de algunos contenidos teológicos de San Agustín, san León Magno, y significativamente de Santo Tomás de Aquino. Sin olvidar que el Papa ha querido citar a escritores contemporáneos como Jorge Luis Borges y Octavio Paz, entre otros. Todos estos elementos han favorecido para que el Santo Padre pudiera estructurar el documento final en 9 capítulos, que de manera artística le pudiesen decir a todo el mundo y en especial a toda la Iglesia que: “La alegría del amor que se vive en las familias es también el júbilo de la Iglesia” (AL, 1). Su nombre le viene, como es costumbre en todos los documentos pontificios y de la Iglesia, de las primeras dos letras que se encuentran en el íncipit del documento: Amoris Laetitia (lit. Del amor la alegría), y su abreviatura será “AL”. Al final del documento el Papa nos ofrece una hermosa y profunda oración a la sagrada familia que viene a coronar todo el documento pues como el mismo lo dice: “será la Sagrada familia la que nos permita tomar conciencia del carácter sagrado e inviolable de la familia, de su belleza en el proyecto de Dios”. Al ser una Exhortación Apostólica Postsinodal, es Magisterio ordinario y universal del Romano Pontífice, lo que significa que su incumbencia es para toda la Iglesia. El documento fue firmado por el Papa Francisco, junto a San Pedro, en el Jubileo extraordinario de la Misericordia, el 19 de marzo, Solemnidad de San José, del año 2016, cuarto de su Pontificado.

4. El Papa Francisco al ofrecernos este documento, en un lenguaje tan sencillo y tan simple pero de verdades tan profundas, quiere alentarnos a todos —pastores y fieles— a ocuparnos de lo esencial, es decir, la alegría del amor en la que podemos creer y que no excluye, verdadera y sinceramente, a nadie. Como él mismo nos lo señala: “Los cristianos no podemos renunciar a proponer el matrimonio con el fin de no contradecir la sensibilidad actual, para estar a la moda, o por sentimientos de inferioridad frente al descalabro moral y humano. Estaríamos privando al mundo de los valores que podemos y debemos aportar. Es verdad que no tiene sentido quedarnos en una denuncia retórica de los males actuales, como si con eso pudiéramos cambiar algo. Tampoco sirve pretender imponer normas por la fuerza de la autoridad. Nos cabe un esfuerzo más responsable y generoso, que consiste en presentarlas razones y las motivaciones para optar por el matrimonio y la familia, de manera que las personas estén mejor dispuestas a responder a la gracia que Dios les ofrece” (AL 35).

5. Como pastor de esta Iglesia diocesana de Querétaro, me siento dichoso de poder recibir esta exhortación del Santo Padre en este tiempo propicio en el cual pastoralmente nos encontramos, pues sin duda que sus contenidos servirán como un punto de referencia en la programación de nuestro Plan Diocesano de Pastoral que estamos evaluando, revisando y programando en su siguiente etapa. Como el mismo Papa nos ha dicho: “Podrá ser mejor aprovechada, tanto por las familias como por los agentes de pastoral familiar, si la profundizan pacientemente parte por parte o si buscan en ella lo que puedan necesitar en cada circunstancia concreta […[ Espero que cada uno, a través de la lectura, se sienta llamado a cuidar con amor la vida de las familias, porque ellas «no son un problema, son principalmente una oportunidad»”(cf. AL, 7).

6. Enhorabuena que este sea el inicio de un largo camino de estudio y reflexión que nos ayude a ser una “Iglesia en salida” en búsqueda de las familias que tanto necesitan de la misericordia de Dios. ¡Gracias!

+ Faustino Armendáriz Jiménez
Obispo de Querétaro