𝟑𝟎𝟓 𝐀𝐍𝐈𝐕𝐄𝐑𝐒𝐀𝐑𝐈𝐎 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐄𝐑𝐄𝐂𝐂𝐈𝐎́𝐍 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐏𝐀𝐑𝐑𝐎𝐐𝐔𝐈𝐀 𝐃𝐄 𝐒𝐀𝐍𝐓𝐀 𝐌𝐀𝐑𝐈́𝐀 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐀𝐒𝐔𝐍𝐂𝐈𝐎́𝐍.

Tequisquiapan, Querétaro, 21 de agosto de 2021.
El 21 de agosto de 2021, Mons. Fidencio López Plaza, Obispo de la Diócesis de Querétaro, presidió la celebración Eucarística en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, ubicada en Tequisquiapan, Qro., con motivo de la celebración por el 305 aniversario de la Erección de está parroquia.
Parte del mensaje de Mons. Fidencio: «Solamente hay dos caminos, hermanas y hermanos, entrar por la puerta estrecha o por la puerta ancha, sólo hay dos clases de profetas: los falsos y los verdaderos; sólo hay dos maneras de construir la casa: sobre la roca o sobre la arena; sólo hay dos tipos de discípulos: los que sólo dicen “Señor, Señor” y no hacen la voluntad de Dios y los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica».
En la homilía Mons. Fidencio compartió lo siguiente: «Saludo con mucho gusto mis hermanos sacerdotes y en especial a su párroco y al padre vicario, qué en nombre de Jesucristo El buen Pastor y también a nombre del obispo prestan su servicio en esta hermosa parroquia bajo el patrocinio de Nuestra Señora de la Asunción».
«Saludos también con mucho respeto a las autoridades civiles y autoridades municipales que se unan a este júbilo que nos ha unido de la fundación de esta hermosa ciudad y, desde luego, los saludo a todos ustedes, hermanos y hermanas, fieles laicos; hay un canto muy hermoso que me gusta hacerlo Público de vez en cuando, dice: «Iglesia bonita, semilla del reino, Iglesia bonita corazón del pueblo», y me gusta hacerlo, sobre todo, cuando es tan evidente la emoción, la comunión de los fieles laicos en sus fiestas patronales o, como en este caso, del aniversario de esta parroquia.
A todos ustedes lo saludó a la manera de Jesús, la paz esté con ustedes».
«No sabemos cuántas Misas se habrán celebrado en lo que ahora es la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, seguramente son miles, tampoco sabemos cuántos Misas se habrán celebrado en este templo, lo que sí sabemos con precisión es que la primera Misa se celebró el 24 de julio de 1551, fecha en la que se fundó esta hermosa ciudad con el nombre de Santa María de la Asunción y de las aguas calientes y ahora esta hermosa ciudad convertida precisamente en la ciudad mágica de Tequisquiapan».
«Sabemos también que el 21 de agosto de 1716, hoy hace exactamente 305 años, fue fundada esta parroquia con el nombre que los fundadores de la ciudad le dieron en 1551 y que desde entonces Nuestra Señora de la Asunción se ha encargado de enseñarnos el camino que hemos de recorrer y el hermoso destino que nos espera».
«En este contexto, hoy como todos los días, nos sorprende la palabra de Dios que nos regala la liturgia, ¿Qué significa para nosotros escuchar en el 305 aniversario de la fundación de la parroquia el evangelio de la casa construida sobre la roca o sobre la arena?, ¿Qué significa hoy para nosotros hoy esta palabra altamente desafiante? No basta con decir “Señor, Señor” para entrar al reino de los cielos, sino que hay que escuchar y poner en práctica la palabra de Dios. Ante esta crisis antropológico-cultural que estamos viviendo, y que tiene raíces socioeconómicas y culturales muy profundas y complejas, es evidente que tenemos qué realizarnos viviendo la casa que hemos heredado y que nos toca reconstruir de modo permanente, me refiero a la casa material que ustedes están embelleciendo hermosamente y me refiero también a la casa espiritual que solamente se construye con la escucha y la práctica de la Santa Palabra de Dios».
«Parafraseando el número 287 del documento de Aparecida podríamos cuestionarnos de esta manera, dice Aparecida, ¿o nos estamos formando discípulos Misioneros para una iglesia sinodal y en salida siguiendo los pasos de Jesucristo buen pastor o no estamos cumpliendo la encomienda de Dios y la exigencia de la realidad? Dios y la realidad hoy nos están pidiendo una nueva evangelización como respuesta de amor y de fe y de fidelidad. Necesitamos preguntarnos sinceramente si nuestras raíces cristianas católicas tienen el cimiento sólido de la novedad del bautismo y la vida según el Evangelio o si nos hemos ido desgastando, sí dependemos hoy de algunas costumbres y tradiciones normas y prohibiciones que se van desgastando y ya no alimentan ni convierten la vida de los bautizado.
El Evangelio de San Mateo concluye el hermoso discurso de las bienaventuranzas con dos breves parábolas narradas con maestría y fáciles de recordar por todos, su mensaje es de importancia decisiva, seguir a Jesús consiste en escuchar sus palabras y ponerlas en práctica, si no lo hacemos así, nuestro cristianismo, nuestra parroquia, nuestras familias, serán una insensatez.
Dice San Mateo que el hombre sensato, que el hombre prudente, la mujer prudente, el cristiano, el discípulo misionero sensato es el que construye su casa sobre la roca firme, por eso cuando llegan las lluvias torrenciales del invierno y el agua desciende de los montes y soplan los fuertes vientos, la casa no se hunde porque está cimentada sobre la roca; así es la Iglesia, hermanas y hermanos, así es la Iglesia formada por los creyentes que se esfuerzan por escuchar y poner en práctica la palabra de Dios, por los cristianos que han entendido lo que es y significa ser discípulo y misionero de Jesús, para que nuestros pueblos y nuestros hermanos tengan vida; el hombre necio, por el contrario, pone su casa sobre la arena, por eso al llegar las lluvias y el ventarral la casa se hunde totalmente, así se desborona el cristianismo cuando no está cimentada en la roca del Evangelio, con estas dos simples palabras, escuchando y practicando la Santa Palabra de Dios.
Solamente hay dos caminos, hermanas y hermanos, entrar por la puerta estrecha o por la puerta ancha, sólo hay dos clases de profetas: los falsos y los verdaderos; sólo hay dos maneras de construir la casa: sobre la roca o sobre la arena; sólo hay dos tipos de discípulos: los que sólo dicen “Señor, Señor” y no hacen la voluntad de Dios y los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica».
«Sólo hay dos modelos como sensatos y prudentes o como insensatos y necios; estos dos estilos de vida son importantes y definitorios que se convierten finalmente en la reivindicación fundamental para entrar en el Reino o quedar fuera de él.»
«Finalmente, hermanas y hermanos, les recuerdo que los cimientos de una casa no se miran, sin embargo, sin cimientos no hay casa, por eso precisamente, jamás hay que olvidar que, ante Jesús, sólo hay dos maneras de construir, que no se nos olvide, sobre la roca o sobre la arena».
«Esto lo sabe bien nuestra querida madre, en su advocación de la Asunción, por eso su deseo principal fue solicitarnos, en la imagen de la Virgen de Guadalupe, una casita sagrada, en donde se manifieste el consuelo y la caricia materna de Dios.
Que nuestra querida madre, nuestra señora de la Asunción, nos acompañe, para que, podamos hacer de esta parroquia la casita sagrada donde se manifieste la armonía y la luz que la santísima virgen nos ha venido a traer.» Concluyó.
Al terminar la celebración Mons. Fidencio les dio la bendición,  y felicito a los feligreses de esta parroquia por celebrar un aniversario mas, y les invitó a seguir  buscando el consuelo de la virgen María y a seguir construyendo la casita sagrada en donde se manifiesta la caricia maternal de Dios. 
📸 Ricardo Chacón Lapido