π€π†π‘π€πƒπ„π‚πˆπŒπˆπ„ππ“πŽ 𝐃𝐄 πŒπŽππ’. π…πˆπƒπ„ππ‚πˆπŽ π‹πŽΜππ„π™ 𝐏𝐋𝐀𝐙𝐀, ππŽπ‘ 𝐋𝐀𝐒 π…π„π‹πˆπ‚πˆπ“π€π‚πˆπŽππ„π’ π‘π„π‚πˆππˆπƒπ€π’ 𝐄𝐍 𝐄𝐋 πƒπˆΜπ€ 𝐃𝐄 𝐒𝐔 π‚π”πŒππ‹π„π€πΜƒπŽπ’.

Este aΓ±o la Providencia de Dios tenΓ­a previsto que celebrara mi cumpleaΓ±os desde la 112Β° Asamblea del Episcopado Mexicano, con mis hermanos Obispos y en un contexto altamente significativo para la pastoral de nuestro paΓ­s.
Desde acΓ‘ mi oraciΓ³n agradecida por todas y todos ustedes. Gracias por su amor a la Iglesia, por su oraciΓ³n y sus buenos deseos para mi persona.
Aprovecho para recordarles que todos ustedes son una bendiciΓ³n de Dios,
y que lo que Dios espera, es que todos seamos una bendiciΓ³n para los demΓ‘s.
Que Dios les bendiga, que Dios los proteja, que Dios les de la paz. Un abrazo.