Misa de Envío Universidad Anáhuac, Juventud y Familia Misionera por una Nueva Evangelización.

 

Universidad Anáhuac, El Marques, Qro. 8 de  Abril de 2017.

En la Universidad Anáhuac ubicada en el municipio del Marques, Qro, se celebró el pasado 8 de abril del presente año la Misa de envío Misionero de los integrantes del Movimiento Juventud y Familia Misionera, la celebración fue presidida por el Obispo de la Diócesis de Querétaro, Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, quien les  invitó a ser Misioneros Permanentes con su palabra y testimonio, así como con el amor a Cristo Eucaristía.

Al respecto dijo:

“Saludo con afecto a las familias misioneras, a cada uno de ustedes que en este día se dejan enviar por Dios, pero con una conciencia desde su bautismo de que, en el bautismo se nos dio ese auxilio de Dios para que realizáramos esta acción Evangelizadora, esta acción Profética”.

“Y de esa manera hacemos que se nos note nuestro bautismo, creo que la iglesia Católica, especialmente a raíz de todo este esfuerzo que se ha hecho, sobre todo en Latinoamérica, y ahora con el papa Francisco”.

“En Aparecida en el 2007, los Obispos fuimos muy puntuales cuando asumimos la gran responsabilidad de ser una Iglesia Misionera, de asumir la misión continental de tal manera  que quedaran detrás unas estructuras que se consideraban caducas y pasar de una Pastoral de conservación, a una pastoral decididamente misionera”.

“Y ustedes están en este camino, en esta sintonía Eclesial: Ser Misioneros en el nombre de Jesucristo. De tal manera que las familias Evangelicen a las familias y lleven así el Evangelio de la familia; que los jóvenes Evangelicen a los jóvenes y lleven así la alegría del Evangelio a otros jóvenes; no solamente con la Palabra, o alguna invitación que puedan hacer a los oficios de Semana Santa, sino sobre todo con su testimonio, con su presencia en medio de la Comunidad”.

“Caminar con los niños, siempre es estar en la misión, con aquellos que dan su testimonio y sobre todo que hablan del amor de Dios a otros niños y a otras familias, de tal manera que no solamente se propicia una emoción, sino que se hable al corazón de otros, porque los niños hablan con el corazón, y sobre todo con un corazón limpio, con un corazón puro donde está Dios”.

“La misión hoy es una prioridad para la Iglesia, lo ha sido siempre, pero afortunadamente tenemos un despertar misionero que los pastores en cada Diócesis tenemos que impulsar de manera ordinaria; por eso en la Diócesis de Querétaro hemos impulsado desde años lo que llamamos la misión permanente”.

“Que en cada comunidad Parroquial, que al final de cuentas es donde aterriza la acción Pastoral, que en cada Institución, que en cada Organismo y en cada Movimiento se realice una tarea siempre orientada a la Misión”.

“Con la Misión no se tiene mucho que especular, basta con ir al Evangelio y mirar, contemplar lo que hacía Jesús, ¿Y qué es lo que hacía Jesús?: Jesús nunca se quedó en su carpintería de Nazaret, de tal manera que se corriera la fama de que él era un hombre que hacía milagros y mucha gente fuera a su casa a que le hiciera su milagrito”.

“Jesús  fue ese modelo Misionero que sale a las aldeas, que sale a los pueblos; es aquél que se mete donde otros no se meten porque tienen miedo, tienen miedo a mancharse con los demás o de los demás; es aquél que entra a la casa del fariseo, que toca al leproso, que se deja tocar por una mujer impura para los judíos, que padecía flujos de sangre; Jesús es aquél que baja de su monte donde se transfiguró para llevar su Luz a los demás; Jesús es el que se deja tocar por los enfermos y se atreve a tocar a los enfermos, no está allí para que vayan a pedirle que auxilie a un enfermo, Él está cerca de los enfermos”.

“Por eso, si queremos una Iglesia triste sigamos en nuestra zona de confort, los laicos y los Sacerdotes; si queremos una Iglesia estéril, podemos seguir ahí, pero ya no son tiempos de eso, son tiempos de salida”.

“Les invito a que en sintonía con nuestra Diócesis, cuyo lema es: ¡Una Iglesia de puertas abiertas y en salida Misionera!: nosotros nos involucremos, nos involucremos de manera permanente para tener esta conciencia: ¡Soy Misionero¡ y ¡Soy Misionero Permanente!, ¡Soy Misionero donde quiera que esté!, ¡Soy Misionero especialmente en aquellos lugares a donde nadie llega!, ¡Soy Misionero con audacia! de tal manera que quiero continuar la misión de manera permanente ahí, donde nosotros mismos hemos abandonado a nuestros hermanos”.

“Por eso ninguno de nosotros de manera legítima podría lamentarse porque hay falsos protestantes, ninguno; porque nosotros somos los que hemos dejado esos espacios vacíos para que entren ellos, porque hay tantos hermanos y hermanas con sed de Dios, de tal manera que no los hemos atendido”.

“Son tiempos de crecer en la conciencia y de sorprendernos con este ejercicio Misionero que ustedes van a hacer, de las bendiciones que Dios nos da cuando vamos a las casas, cuando vamos la Misión, cuando el ingrediente del sufrimiento hace mella en nosotros de tal manera que una milésima de porciento sufrimos lo mucho que sufre nuestro pueblo en muchas comunidades”.

“Creo que Dios está con ustedes y Dios caminará con ustedes, especialmente para abrir nuestras conciencias de lo que tenemos que hacer de manera permanente, ¡Ser Misionero es imitar a Jesús!, ¡Ser Misionero es obedecer a Jesús!, recuerden aquella cita del Capítulo 28 del Evangelio de San Mateo y del Capítulo 16 del Evangelio de San Marcos donde Jesús da una Orden: ¡Vayan y Evangelicen!, y nos lo pide a todos; a veces tenemos la idea de que ese mandato es para un grupo de especialistas y hasta los mismos Padres llegamos creer eso, de tal manera que yo los mando a ustedes para que se las arreglen, ustedes que tienen experiencia, y este que sabe, o que ya fueron el año pasado. ¡No!, ¡Tengo que ir yo, Sacerdote!, ¡Tengo que salir a mirar de cerca la realidad!, para poder también crecer en la sensibilidad de la necesidad del otro. ¡Si, los Sacerdotes tenemos una gran responsabilidad de presidir desde aquí la Asamblea de la Santa Misa!, pero tenemos que bajarnos y recorrer los caminos que ustedes recorren”.

“De tal manera que toda esta lluvia de auxilios en la Eucaristía la llevemos a los demás, y después cuando volvamos a celebrar la Eucaristía traigamos las manos llenas de Bendiciones de Dios, de lo que El lucho por hacer a través de nosotros o de lo que El hizo en nosotros a través de los hermanos que visitamos”.

“Hermanos: La misión no es una estrategia temporal, la misión es un estilo de vida, es una manera de ser, es un hacer permanente, de tal manera que la misión no es solamente cuando yo me pongo un paliacate de equis color, la misión es un paliacate también: en mi oficina, en mi universidad en mi hogar, en mi barrio, en mi colonia; por eso la misión en una adicción, cuando tú eres misionero quieres ir otra vez, más aún, debes experimentar la necesidad de ir otra vez, porque nadie hará lo que tú debes hacer, lo que tu responsabilidad bautismal te pide realizar.”.

“Los desafíos son muchos, ¡Sí!; los van a correr de algún lado, ¡Sí!; los van a tratar muy bien, ¡También!; pero miren el Evangelio de hoy: Se le tiene miedo a Jesús, porque ¿Que va a pasar?, ¿los va a convencer a todos de que el amor es lo que rige?, ¿de que el amor es lo que debe conducir la vida del ser humano?, ¿los va a convencer a todos de un estilo de vida diferente donde no haya egoísmos, donde no haya intereses raquíticos, donde no haya envidias, donde no haya habladurías?, ¡Eso es lo que quiere Jesús! Y eso tendría que ser el estilo del Misionero a pesar de las resistencias que encuentre en su camino, incluso con los más cercanos y a veces en el ámbito familiar”.

“Hermanos: Sin embargo Jesús siguió, siguió adelante, porque el proyecto Misionero no es un proyecto mío a manera de capricho, el proyecto Misionero es el plan de Dios para salvar a la Humanidad, no hay otro, y si ese plan de Dios para salvar a la Humanidad implica sacrificio y muerte, seguramente pensó Jesús y tenemos que pensar nosotros. ¡Yo sigo adelante! Y Jesús siguió adelante, con una consigna. ¡Que todos sean uno!, nos dice hoy el Evangelio: ¡Reunirnos a todos en el Amor!, eso es lo que quiere Jesús”.

“Cuando nosotros miramos incluso a lo interno de nuestras mismas estructuras Eclesiales o Comunidades Parroquiales divisiones, ¡Es que no está Jesús!, cuando encontramos: no diferentes puntos de vista sino marcadas divisiones por intereses egoístas, ¡Es que no está Jesús!; por eso hoy nos congregamos en torno a Jesús para salir unidos, y todos los envíos Misioneros son a partir de la Eucaristía, porque en la Eucaristía está la fuerza que me mueve a Misionar, pregúntate a ti mismo: ¿por qué voy a la Misión?: porque otros van, ¡No!; pregúntate a ti mismo: ¿cuál es el motivo profundo de ser Misionero?: El motivo profundo es tu Fe, el motivo profundo es tu obediencia a Dios, el motivo profundo es que dios te manda que vayas, no te da otras alternativas, ¡Vayan! dice Jesús en imperativo”.

“Que acojamos este mandato de Jesús: laicos, sacerdotes, con un corazón sabiendo que siempre que nosotros salgamos a la misión hacemos la voluntad de Dios y eso nos basta”.

Concluyó pidiendo a la Santísima Virgen María los interceda y acompañe en su caminar a lo largo de la Misión Permanente, recordando que el ingrediente del Misionero tiene que ser la humildad, como discípulo de Jesús, hablando con su testimonio y aprendiendo de la gente que lo acompaña y de la gente con la cual se encuentren; que evangelicen y sean evangelizados.