La tarea misionera va más allá de los sacramentos

(CODIPACSQRO) En el marco de la Ordenación Diaconal de cuatro varones el 11 de septiembre, y con motivo del aniver­sa­rio número 32 de Ordenación Sacerdotal del señor obispo, monseñor Faustino Armendáriz Jiménez, el pastor diocesano otorgó una entrevista a CODIPACS Queré­taro, en el Seminario Conciliar de Nuestra Señora de Guadalupe.

En la entrevista, monseñor expresó su grati­tud a Dios por el privilegio de servirle a lo largo de 32 años, así como el ayudar a los demás a través del esfuerzo por dar un testimonio para que sirvan al Señor de manera generosa y entregada, y resaltó la importancia del sacerdote en la sociedad.

“Un aniversario siempre es una oportunidad de reconocer que no es por mérito de la persona que lo sirve, sino por el amor de Dios”, aseguró Monseñor.

Asimismo, precisó que el Seminario Conciliar debe ser un lugar donde se formen discípulos misioneros, el lugar donde se formen sacerdotes cercanos al pueblo, y donde se forme a hombres que tengan la audacia de presentarse ante el público, en medio de un mundo donde hay que luchar y esforzarse para que el mal no gane terreno; y que con la ayuda de Dios se puede realizar la tarea misionera desde los rincones de este santo lugar.

“La tarea misionera va más allá de los sacramentos, el Papa ha sido muy claro, tenemos que ser una Iglesia en salida, donde cada uno de sus miembros no se puede quedar con los brazos cruzados ante una realidad social, política y cultural que necesita de la semilla del Evangelio. Eso es lo que intentamos hacer, esa es nuestra tarea y nuestra orientación decididamente misio­nera, especialmente en los gérmenes de la vocación, como lo es la formación inicial al sacerdocio e insistir en la formación perma­nente de los sacerdotes”.

El pastor diocesano destacó la oración de la feligresía por los seminaristas, sacerdotes y por su persona, y aseguró que la oración es el sustento para que cada día broten más vocaciones, y los sacerdotes perseveren en su ministerio al servicio de Dios y de los hombres. Por último, agradeció a los fieles de la Diócesis de Querétaro, por las oracio­nes que elevan cada día, para que él pueda llevar a cabo la voluntad de Dios.

Karina Vianney González
Publicado en el periódico «Diócesis de Querétaro» del 14 de septiembre de 2014