La Diócesis de Querétaro llegó a la Basílica de Guadalupe

000atepeyac11(CODIPACSQRO) El domingo 26 de julio, la Diócesis de Querétaro llegó a los pies de la Morenita en el Tepeyac, a su Casita, la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe, con 32,500 peregrinos, 21,500 peregrinas, 1,780 peregrinos/as ciclistas, haciendo un total de 56,000 y miles de familiares y amigos de los peregrinos que se darán cita en el lugar para dar gracias a Dios por las gracias recibidas y encomendar sus necesidades. Esta es la más grande peregrinación diocesana que visita el santuario mariano más visitado del mundo.

A lo largo de 16 días, la Peregrinación de Querétaro al Tepeyac ha caminado bajo el lema del Año de la Pastoral de la Comunicación Social que marca el Plan Diocesano de Pastoral: “Todos misioneros, comunicando la alegría del Evangelio”, dando testimonio de fe y esperanza, a todas las personas con las que se han encontrado, en los 400 kilómetros recorridos a pie.

Peregrinos y peregrinas de todo el estado de Querétaro, de varios municipios de Guanajuato y del Estado de México que se han unido, con sus cantos y oraciones por la paz en México y en el mundo, por el Papa Francisco y por toda la Iglesia, por los peregrinos y peregrinas difuntas; por el matrimonio y la familia; por los niños y jóvenes, especialmente los seminaristas, y por los migrantes y campesinos; han marcado el ritmo piadoso de la peregrinación queretana en este 2015.

El arribo de la Peregrinación se realizó en tres contingentes, por lo que hubo tres Misas presididas por Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de Querétaro:

A las 6:00 hrs. fue la Misa de la 33 Peregrinación Ciclista al Tepeyac en el interior de la Basílica, conformada por 40 grupos de hombres y mujeres que salieron el miércoles 22 de julio desde El Lobo, Landa de Matamoros; el jueves 23 de julio desde Doctor Mora, Gto. y el viernes 24 de julio desde Santiago de Querétaro.

A las 11:00 hrs. en la Plaza de las Américas, fue la Eucaristía de la 56 Peregrinación a pie de Mujeres al Tepeyac que salió desde Neblinas de Guadalupe, Landa de Matamoros, Qro., el viernes 10 de julio (recorriendo 400 kilómetros) y el sábado 18 desde Santiago de Querétaro, Qro., (recorriendo 200 kilómetros). El contingente de mujeres llegó organizado en 173 grupos.

A las 15:00 hrs. en la Plaza de las América, monseñor Faustino Armendáriz celebró la Misa de la 125 Peregrinación a pie al Tepeyac que salió el sábado 11 de julio desde Neblinas de Guadalupe en la Sierra Gorda de Querétaro, y el domingo 19 desde Santiago de Querétaro. Los hombres llegaron organizados en 223 grupos.

Dirigiéndose a las mujeres, monseñor Armendáriz, predicó en su homilía sobre los panes y peces que ofrece el genio femenino: “Queridas peregrinas, Jesús sabe muy bien que cada uno de nosotros le seguimos porque tenemos necesidades físicas, espirituales y existenciales, y que sin él nada podemos hacer, sin embargo, hoy nos enseña que cada uno de nosotros tenemos mucho que ofrecer al servicio de los demás. De manera muy especial el ‘genio femenino’. Cada una de ustedes peregrinas, el día de hoy cuenta con cinco panes y dos pescados que está llamada a ofrecer al Señor.  ¿Cuáles son estos cinco panes y estos dos pescados? Los cinco panes: La maternidad, la fe, la generosidad, el amor, la ternura, y los dos pescados: la educación y la alegría. Estas siete realidades, muy propias de ustedes, forman una totalidad que está llamada a ser puesta en las manos de Jesús para que él las bendiga y las jóvenes generaciones puedan saciar su hambre de Dios, de existencia de plenitud. Estas siete realidades  son el camino para llevar al hombre a saciar su hambre de Dios, de felicidad y sobre todo de eternidad.    Especialmente cuando en el cansancio de la historia y de la cultura las ve como insignificantes, obsoletas y carentes de sentido. Siéntanse orgullosas de ser mujeres al servicio de la vida, de la familia, de la Iglesia, de la cultura de la humanidad. Nadie y ninguna otra realidad podrá sustituir aquello que sólo ustedes pueden ofrecer. Sin la figura materna, la educación de los hijos quedaría mutilada. Quizá como el Apóstol San Andrés, hoy más de alguna de ustedes piense: “¿Qué es eso para tanta gente?” La respuesta nos la da el Señor. Si pones tus cinco panes y tus dos pescados en las manos de Jesús, él los bendecirá y con ellos podrán comer las nuevas generaciones hasta saciarse. Es decir, hasta llegar la plenitud de  la vida”.

A los hombres de la 125 Peregrinación, con quienes caminó casi todo el trayecto desde la Sierra Gorda de Querétaro, les dijo: “Que al regresar cada uno de ustedes a sus hogares, a sus trabajos, a sus lugares de profesión a su oficina. Regresen con la conciencia que el Señor  les necesita. Que con sus cinco panes de cebada y sus dos pescados, Jesús sea capaz de saciar el hambre de muchos en este tiempo. No duden en dejar que Cristo tome tu vida en sus manos, los santificarte y les mediante sus buenas obras, alimento para los demás”.

Y agregó: “Que el ejemplo de Santa María de Guadalupe, que supo ser la Esclava del Señor, les inspire caminos para llevar a Cristo, verdadero pan del cielo, a los demás hermanos que sufren. Que regresen a sus hogares, llevando en su corazón la alegría del evangelio. Un saludo a sus familiares, a sus hijos, a todas las personas queridas por ustedes”.

Con el “Adiós, Reina del Cielo, Madre del Salvador, adiós oh Madre mía, adiós, adiós…” se despidieron de la Morenita del Tepeyac, con la promesa de vivir, proclamar y defender la fe.

Auxiliadora García Bellorín