CONSAGRACIÓN DE ALTAR, Parroquia Sta. María de Guadalupe, el Colorado.

Coyotillos, el Marqués, Qro. 27 de abril de 2016.

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La tarde del día domingo 24 de abril la comunidad de «Coyotillos», perteneciente a la parroquia de Santa María de Guadalupe, el colorado, recibió la visita del Excmo. Sr. Obispo Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, quien presidió la sagrada Eucaristía, en compañía del pueblo de Dios congregado.

Nuestro pastor diocesano al dirigir su mensaje  en torno a la palabra de Dios, resaltó la importancia de tener a Cristo presente en la Sagrada Eucaristía, puntualizando que en Jesús encontramos el pleno sentido de nuestra vida.

«El templo es la parte central de la comunidad, pues tiene a Jesús vivo y realmente presente  en el Santísimo Sacramento. Tener el santísimo ha de ser considerado un privilegio, por eso hoy bendecimos este altar que es fundamental en la celebración del misterio de la Eucaristía».

Al referirse al sagrario como el lugar santo de la reserva Eucarística, resalto lo importante de nunca dejarlo sólo, pues sería desaprovechar la Gracia que él nos ofrece.

«En el sagrario esta Aquel que le da sentido a nuestra vida de católicos, él es el único que nos puede sacar adelante en medio de las incertidumbres y de las frustraciones que nos ocurren en la vida. En el sagrario esta Jesús que nos alimenta como pan de vida, que fortalece y nos mantiene viva la fe, para realizar la tarea que como bautizados tenemos». 

La primera lectura proclamada, fue tomada del libro del los hechos de los apóstoles,  que se refiere a las situaciones adversas y al amor que caracterizó a los primeros cristianos. Por tal razón nuestro señor Obispo invitó  a experimentar el sentimiento que vivieron lo primeros seguidores de Cristo.

«Debemos de sentirnos orgullosos de nuestra Iglesia, como aquellos primeros cristianos, que al haberse encontrado con Cristo, deseaban compartir su fe. Este deseo de llevar la fe a los demás, surge en aquel que es capaz de renovar su encuentro día a día al dialogar con Jesús».

«En base a este encuentro, es como el apóstol Pablo, se aventuró a llevar la palabra de salvación a los demás, a pesar de todo aquello que tuvo que enfrentar. En el mundo  se necesitan muchos <Pablos> que  decidan seguir y anunciar a Cristo con valentía, que anuncien a los demás el infinito amor que Dios nos tiene de manera personal». 

El señor bendiga a la comunidad de «coyotillos» y que este gesto tan sublime de bendecir el altar, sea una manifestación viva de fe y  de amor a nuestro Señor Jesucristo.