DESDE LA CEM: Día Internacional para Erradicación de la Pobreza.

Acapulco, Gro., a 15 de Octubre de 2017

Comunicado 20-17

 

El 17 de octubre se Conmemoró el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza. A pesar de los esfuerzos realizados, la pobreza sigue siendo uno de los desafíos internacionales en el mundo de hoy. La pobreza en un mundo en el que se han alcanzo niveles de desarrollo impredecibles es un escándalo moral. Hay quienes afirman que la pobreza es un problema multidimensional, es decir, con múltiples causas que afecta dimensiones de la vida personal y social. La pobreza es un fenómeno estructural, su raíz profunda está en los sistemas políticos y sociales dominantes. Y representa una forma de violencia.

“La pobreza, nos dice el Papa, tiene el rostro de mujeres, hombres y niños explotados por viles intereses, pisoteados por la lógica perversa del poder y el dinero. Qué lista inacabable y cruel nos resulta cuando consideramos la pobreza como fruto de la injusticia social, la miseria moral, la codicia de unos pocos y la indiferencia generalizada. Hoy en día, desafortunadamente, mientras emerge cada vez más la riqueza descarada que se acumula en las manos de unos pocos privilegiados, con frecuencia acompañada de la ilegalidad y la explotación ofensiva de la dignidad humana, escandaliza la propagación de la pobreza en grandes sectores de la sociedad entera”.

“México es uno de los países con mayor desigualdad en la distribución de la riqueza en el mundo. Esta situación se ha profundizado por el progresivo deterioro de la capacidad adquisitiva de los trabajadores; por el incremento del desempleo; la falta de condiciones favorables para la micro, pequeña y mediana empresa; la caída en la calidad de vida, la corrupción endémica, la paulatina disolución de las clases medias y la concentración de riqueza en pocas manos”. (Que en Cristo nuestra Paz, México tenga vida digna, 32 -33)

LA POBREZA EN GUERRERO

De acuerdo con los datos de la Evaluación de la Política de Desarrollo Social del CONEVAL de 2016, en Guerrero el 64.4 por ciento (2 millones 315 mil personas) de la población vive en situación de pobreza y el 23 por ciento (alrededor de 825 mil 200 personas) se encuentra en condiciones de pobreza extrema. Solamente el 8.6 por ciento de los habitantes de estado (307 mil 500 personas) están situados en la franja de las personas que son no pobres y no vulnerables. Sin embargo, un 88.2 por ciento (más de 3 millones de personas) tiene al menos una carencia social. Mientras que un 41.7 por ciento  no tiene acceso a tres de estos derechos. Entre las principales carencias se encuentran: educación, salud, vivienda, alimentación, seguridad social y servicios básicos. Además, el 67.6 por ciento (2 millones 430 mil 300 personas) tiene ingresos inferiores a la línea del bienestar (CONEVAL).

Este año el Coneval nos presentó una disminución de las cifras de pobreza extrema en nuestro Estado. Guerrero no está ya entre los 3 estados de mayor pobreza de nuestra Patria, como tanto tiempo lo estuvo junto con Oaxaca y Chiapas. Se han de reconocer los esfuerzos hechos por las autoridades del Estado. También una palabra de gratitud para todos los empresarios que en medio de las crisis han hecho hasta lo imposible para conservar los empleos de muchas personas. El avance alcanzado fortalezca el esfuerzo por continuar construyendo todos, mejores condiciones de vida.

ANTE LA POBREZA ANTEPONGAMOS LA MISERICORDIA

“El mundo sigue generando nuevas formas de pobreza espiritual y material que atentan contra la dignidad de las personas. Por este motivo, la Iglesia debe estar siempre atenta y dispuesta a descubrir nuevas obras de misericordia y realizarlas con generosidad y entusiasmo”.

“Esforcémonos entonces en concretar la caridad y, al mismo tiempo, en iluminar con inteligencia la práctica de las obras de misericordia. Esta posee un dinamismo inclusivo mediante el cual se extiende en todas las direcciones, sin límites. En este sentido, estamos llamados a darle un rostro nuevo a las obras de misericordia que conocemos de siempre. En efecto, la misericordia se excede; siempre va más allá, es fecunda. Es como la levadura que hace fermentar la masa (cf. Mt 13,33) y como un granito de mostaza que se convierte en un árbol (cf. Lc 13,19).” (MM, 19).

+ Mons. Leopoldo González González

Arzobispo de Acapulco