DESDE LA CEM: Abrazo en la fe a los que sufren, reconocimiento, gratitud.

COMUNICADO DE PRENSA

 

“ABRAZO EN LA FE A LOS QUE SUFREN, RECONOCIMIENTO, GRATITUD

Y LLAMADO AL COMPROMISO PARA HACER EL BIEN, BIEN”.

 

“La fe actúa por la caridad” (Gálatas 5, 6).

 

La Conferencia del Episcopado Mexicano, a 72 horas del sismo que sacudió la zona centro del País, a 2 semanas de los fenómenos meteorológicos en los Estados de Oaxaca y Chiapas, así como a un poco más de 3 semanas de las devastaciones que sufrió Baja California Sur, manifiesta su cercanía, en el abrazo de la fe, a tantos hermanos que sufren, así como el reconocimiento ante las innumerables muestras de verdadera generosidad y entrega incansable, de tantos hombres y mujeres que han respondido ante la emergencia con entrañas de compasión y valentía. También manifiesta su compromiso por fortalecer los esfuerzos que están en sus manos, en organizar una ayuda concreta a las zonas damnificadas, que requieren una respuesta inmediata y de largo plazo.

Ofrecemos nuestra oración, así como esfuerzos solidarios concretos, por tantas personas que han perdido la vida, a un ser querido, han sido dañadas en su salud, o se han visto privadas de su vivienda y/o espacios de trabajo, educación, culto, entre otros.

Valoramos y alentamos los esfuerzos de nuestros hermanos obispos, sacerdotes y sus comunidades parroquiales, de distintas congregaciones religiosas y grupos laicales, escuelas y universidades católicas, que desde sus específicos carismas y dones, han prestado una ayuda ininterrumpida a los damnificados, a través de la instalación de refugios, centros de acopio, atención en hospitales, así como en el constante aliento a través de la Palabra y los servicios religiosos. Es alentador constatar que comunidades parroquiales y religiosas concretas, a pesar de ser las primeras damnificadas por el derrumbamiento de sus instalaciones, han hecho a un lado su dolor para volcarse en el servicio de la sociedad a la que sirven en una dinámica fraterna y generosa.

Reconocemos también los múltiples gestos decididos de caridad, que se traducen en toneladas de ayuda que estamos comunicando entre las distintas diócesis del País, en beneficio de los sectores más apartados y desprotegidos;  el envío confiado de apoyos económicos para la necesaria atención de la emergencia y la reconstrucción, por parte de otras Conferencias Episcopales, empresarios, fundaciones, organismos civiles y eclesiales internacionales, ente otras, que han salido a nuestro encuentro. Toda esta ayuda es gestionada y coordinada a través de Cáritas de México. Por supuesto, agradecemos profundamente la oración, aliento y cercanía del Papa Francisco, así como su donativo económico. Por otro lado, seguimos impulsando, para este sábado 23 y domingo 24, una Colecta Nacional en todos nuestros templos, que pueda recoger la solidaridad de nuestros fieles a favor del Pueblo de México.

Llamamos a todos los miembros de la sociedad, en estos momentos, a priorizar el valor e integridad de la vida humana en todos sus sentidos. Hoy, la realidad nacional nos convoca a pensar, actuar y convivir en los más altos valores de la generosidad, la gratuidad, el bien, la verdad y la caridad, que no provienen solamente de nuestras fuerzas o inteligencias, sino que son dones de Dios, que debemos acoger, cuidar y fomentar. Es tiempo de elevar nuestra mirada y encontrarnos en un fin común, que nos saca de cualquier egoísmo, protagonismo o interés particular. El claro testimonio de muchas personas -especialmente jóvenes-, nos muestran que la corresponsabilidad y la confianza, es el camino de toda civilización verdaderamente humana.

Con relación a la organización y estructura de la ayuda por parte de la Iglesia Católica, comunicamos que la Conferencia del Episcopado Mexicano, a través de su Comisión de Pastoral Social, y específicamente a través de la oficina de Cáritas Mexicana, I.A.P., organizará el Plan de Emergencia Estratégico, con el fin de ayudar a comunidades que están en diez entidades federativas. Nos encontramos en la difícil tarea de reunir información y hacer un análisis de la realidad, junto con la enorme tarea de organizar la ayuda inmediata que está en nuestras manos. También estamos haciendo un esfuerzo de comunicación a través de la plataforma: mexicoestadepie.org.

Hoy, más que nunca, estamos llamados a ser una Iglesia “en salida”, capaz de diálogo y encuentro, dispuesta a vivir el don y la gratuidad, de ser pobre en tanto tiene la capacidad de vaciarse de sí misma para mostrar el amor concreto del Padre, que a través de su Hijo nos enseña a ser caridad, sacrificio, entrega y fecundidad en medio del mundo, de manera discreta y sencilla.

El sismo no ha sido una sacudida solo de las placas tectónicas, sino también de nuestra conciencia nacional, que nos invita a revisar profundamente nuestro modelo de desarrollo, los valores que lo motivan, así como las prácticas de relación entre los seres humanos, entre éstos y el medio ambiente. Hoy, como señala el Papa Francisco en su encíclica social Laudato Si’, estamos llamados a construir un desarrollo humano, integral, sostenible y con fines trascendentes.

Nos unimos a las distintas iniciativas espontáneas de oración, que han surgido dentro y más allá de nuestras fronteras, ante esta prueba de la naturaleza que nos llama a vivir el cuidado de unos por otros, en esta Casa Común. Imitemos el sí de María de Guadalupe para ser instrumentos de fe, esperanza y caridad.

Ciudad de México a 22 de septiembre del 2017.

+ José Francisco Cardenal Robles Ortega

Arzobispo de Guadalajara y

Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano.

+ Alfonso G. Miranda Guardiola

Obispo Auxiliar de Monterrey y

Secretario General de la Conferencia del Episcopado Mexicano.