CONGESO GUADALUPANO Y SORTEO DE LA PEREGRINACION MASCULINA, A LA BASILICA DEL TEPEYAC.

Cerro Blanco s/n. Centro, Querétaro, Qro. 26 de febrero de 2018.

El pasado 26 de Febrero en el Salón del Sindicato de Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado,  ubicado en Cerro Blanco Sn, Centro, Querétaro, Qro., se llevó a cabo el Congreso Guadalupano  de la Asociación de  Peregrinos  a pie de Querétaro al Tepeyac, en la que se realizó el sorteo  del orden de los grupos para la 128ª. Peregrinación de Querétaro al Tepeyac,   Mons. Faustino, Armendáriz Jiménez, Obispo de Querétaro, presidió la Sagrada Eucaristía de Acción de  Gracias,  concelebró  esta Santa Misa, Mons. Eduardo Chávez, Misionero Guadalupano, el Pbro. Javier Bocanegra Morales, Director Espiritual de los Peregrinos, y algunos otros sacerdotes pertenecientes al clero Diocesano.  En su homilía, Mons. Faustino, les dijo:

“Queridos hermanos y hermanas en el Señor,  les saludo con gran afecto en esta oportunidad de congregarnos como una Asamblea,  que celebra el día de El Señor,  con ocasión de este tradicional sorteo que nos prepara no solamente logísticamente sino también espiritualmente al ejercicio anual  espiritual de la peregrinación a pie al Tepeyac.

Saludo a Mons. Eduardo Chávez, siempre es grato tenerlo entre nosotros reconociendo su trayectoria como misionero de la Virgen de Guadalupe,  como misionero de El Señor, anunciando la buena noticia del Evangelio inspirado en todo el acontecimiento Guadalupano,  al padre Javier Director espiritual de la peregrinación que con tanto amor continúa impulsando la vida espiritual de los peregrinos y a los hermanos sacerdotes que nos acompañan en este día y que es tan necesaria su presencia en medio de nosotros en el camino de la peregrinación.

Hoy sin duda, venimos a convivir fraternalmente no solamente con el afán curioso de saber en qué lugar vamos a peregrinar,  sino que también venimos a fortalecer nuestra fe en el Señor y en la Santísima Virgen de Guadalupe, porque cuando nos reunimos en el nombre de Dios, ahí está el Señor, por eso que sea el sentido de nuestra asamblea,  de nuestra reunión no solamente la incertidumbre a ver ¿dónde vamos a caminar?, aquí  lo importante es peregrina y peregrinar unidos en comunión, una tarea que nos corresponde a todos, no solamente a quienes están pendientes de una logística que es importantísima,  sino de ti depende que haya comunión en la peregrinación y que se camine unidos.

Afortunadamente, he tenido la experiencia de peregrinar a lo largo de 7 años,  he visto todas las bendiciones que Dios da en la peregrinación y todos los frutos de la misma,  pero también he observado los desafíos que tienen como peregrino,  los desafíos que tenemos como queretanos,  como fieles de esta Diócesis de Querétaro la espiritualidad de comunión;  quisiera hacer referencia al Plan Diocesano de Pastoral, cuyo objetivo general es consolidar el proceso evangelizador, con el fundamento del kerigma a fin de impulsar la espiritualidad de la comunión y la misión permanente en nuestra Diócesis de Querétaro.

Ustedes son parte de ese consolidar la evangelización, ustedes son parte de ese caminar unidos y caminar en gracia de Dios, caminar  con una espiritualidad que nos inspira a la Santísima Virgen de Guadalupe, por tanto ustedes son responsables de los peregrinos,  ustedes son responsables no solamente de cuidarte a ti  mismo,  sino de cuidar  a los demás,  de cuidarse de que camines realmente motivado por un deseo de alabar a Dios a lo largo de este camino, por un deseo de dejarse acompañar de la Santísima Virgen María y para eso el peregrino tiene que vivir en gracia.

La peregrinación no se puede conjugar  con otras actitudes de división, o llevar arrastras los pecados y mucho menos hacer ejercicios de tener una conducta que no vaya de acuerdo con un peregrino  como, el introducir bebidas alcohólicas a la peregrinación, no queremos ver más estás desviaciones,  queremos peregrinos que caminen motivados con la alegría de Dios, no con ninguna otra alegría, queremos peregrinos que realmente edifiquen en el camino a los demás, queremos peregrinos que reflejen con su peregrinación que Dios está en sus corazones, queremos peregrinos que amando a la Santísima Virgen María y proclamando en los cantos y en las oraciones Marianas a lo largo de este trayecto reflejen con su conducta ese amor a María  en el público y lo privado.

Hoy en estos días, celebramos el tiempo de cuaresma y sin duda un tiempo propicio para detenernos y por qué no,  para revisar nuestra identidad como peregrino,  es un orgullo ser peregrino de nuestra Diócesis de Querétaro, defendamos nuestra identidad como peregrinos  con un esfuerzo adicional no solamente dentro de la comunidad y dentro de nuestra familia, sino también dentro de nuestro peregrinar a lo largo del trayecto a la casita del Tepeyac.

Hermanos, la cuaresma nos invita a detenernos y ¿qué es lo que elimina ese camino de nuestra vida cristiana?, como ilumina también el caminar de la peregrinación, la iglesia nos propone dejarnos impulsar  por el paz que nos da la Palabra de Dios,  por la luz que nos da la Palabra de Dios, por la serenidad, la paz y la seguridad que nos da la Palabra de Dios, por eso en su morral  peregrino lleven la Biblia, lleven el  Nuevo Testamento, abramos la Biblia en la peregrinación, dejemos que la Palabra de Dios no sensibilice de tal manera que mis actitudes van a cambiar, porque la Palabra de Dios transforma,  alegrías productos de elementos artificiales no transforman, empeoran las cosas,  la Palabra de Dios sí, que transforma,  en nuestro moral  llevemos el Santo Rosario al rezar esos cuatro rosarios a lo largo de la jornada y meditar en la Palabra de Dios y en los misterios de la vida del Señor y de María, también nos den ganas de imitar a Jesús.

Hoy al presentarse en el Evangelio ese hermoso pasaje de la transfiguración del Señor,  Jesús lo hace con el objetivo de decirle a sus discípulos sí, soy  hombre pero también soy Dios, y esta es la gloria que me corresponde,  y más aún su padre Dios lo presenta a aquella muy selecta comunidad, “Este es mi hijo muy amado escúchenlo”;  hermanos Jesús va a la cima del monte para mostrar su gloria, pero al mismo tiempo para mostrar su humanidad, para  decirles  que tiene que sufrir pero,  les anuncia la esperanza de la resurrección.

Imagino que la peregrinación es como subir al monte Tabor, la peregrinación ojalá nos  transfigure de tal manera que después de la transfiguración Jesús les dice a sus discípulos,  han vivido esta experiencia celestial ¡vayamos ahora a los caminos de Israel,  vayamos a las aldeas a difundir el amor,  vayamos a encontrarnos con los demás para contarles nuestra experiencia!,  la peregrinación tendría  que ser también como un encuentro con Cristo, de tal manera que al final sintiéramos la   necesidad de compartir esta experiencia,  yo les aseguro que no solamente iría  32,000 peregrinos y 22,000 peregrina, sino iría el doble,  de peregrinos y peregrinas, tendremos que compartir nuestra experiencia,  por eso la peregrinación tiene que ser una lucha de vivir con alegría, un encuentro con Jesucristo.

Hermanos que al tener la certeza del lugar que vamos a ocupar en esta columna peregrina, también tengamos la convicción de que ese  lugar te lo asigno Dios para algo y al final el común denominador para todos,  ese  lugar te lo  asigno Dios, para que desde ahí compartas tu experiencia de Dios,  para que desde ahí  evangelices, para que desde ahí cantes a Dios,  para que desde ahí reces, para que desde ahí alabes a  María y sobre todo para que  desde ahí viviendo en fraternidad vivas la presencia de Dios,  que está donde dos o más se reúnen en su nombre.

Dios quiera que este tiempo de cuaresma no sensibilice,  no solamente hacer un propósito pasajero,  sino también a comprometernos en nuestra identidad de peregrinos a vivir dentro y fuera de la peregrinación, yo le pido de manera especial a la Santísima Virgen María de Guadalupe los proteja a cada uno de ustedes que se haga realidad todo lo que pedimos a diario,  en el Padre Nuestro  “Líbranos de todo mal,  perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”.

Que Dios les bendiga a todos,  que Dios les ayude en este peregrinar y que se preparen espiritualmente, nos paparemos juntos y seguramente se les va a proponer a través del director espiritual,  iniciativas que nos ayuden a no iniciar en seco la peregrinación a la casita del Tepeyac,  que María los acompañe y María los bendiga y bendiga a nuestras familias. Que así sea.

Al terminar Mons. les dio su bendición, e inmediatamente pasaron a la convivencia fraterna, que prepararon para compartir.