CONFIRMACIONES, Parroquia María Madre de la Iglesia.

 Col. San Pablo, Querétaro, 28 de Enero de 2018.

Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, presidio la Sagrada Eucaristía, el día 28 de enero de 2018,  en la  Parroquia María Madre de la Iglesia, ubicada Calz. De Guadalupe # 24 esq. Reforma, Col. San Pablo, Qro., perteneciente al  Decanato del Santo Niño de la Salud, en la que 180 niños y niñas, recibieron el Sacramento de la Confirmación, mediante la imposición de manos y la unción con el Santo Crisma, acto seguido el Párroco Pbro. Víctor Ferro Moya, presento a los niños y niñas dando  testimonio de que se prepararon debidamente y de  acuerdo a su edad para recibir el regalo del Espíritu Santo, para fortalecer su vida y continuar con su preparación para toda la vida. En su homilía el Sr. Obispo les compartió diciendo:

“¿Para qué sirve el Espíritu Santo, a quién se le ocurre? ¿Para qué sirve ser  confirmarnos? -para purificarnos y estos niños  todos no lo comprenderán todo en este momento, pero ojalá si entiendan que tienen que seguirse preparándose,  que tiene que continuar con la preparación para que no sea solo  dé un mes, de dos meses,  sino que sea de un año y gracias a los catequistas, que les enseñan  que hacer en la comunidad,  para compartir su fe,  de enseñar a los niños y a los jóvenes a crecer en su identidad de bautizados,  a crecer como creyentes.

Pero la gran tarea que Dios nos dice,  también no debemos olvidar estos conocimientos, le corresponde a los papás y quizá no con muchas catequesis baratas,   sino sobre todo con el ejemplo, eso que ustedes han dicho que es el Espíritu Santo,  nos ayuda e ilumina a que todos los días en su casa,  por eso en la iglesia  a mi iglesia doméstica,  por qué familia es una pequeña iglesia,  donde se medita la Palabra de Dios,  donde Dios actúa,  es la consecuencia de que estén en gracias a Dios,  de que los papás enseñan a sus hijos a tener a Cristo en el corazón,  a luchar por limpiar el pecado del corazón,  de tal manera que los niños tienen un ambiente de gracia de Dios.

Creo que nos gusta que Dios viva en nuestros hogares,  ¿o les gusta que el maligno viva en sus hogares? –no,    porque los frutos de la presencia de Dios son frutos buenos,  cuando lo quiere alguien tiene una vida de pecado,  por ejemplo alguien que tiene una doble vida,  alguien que dice una cosa y hace otra,  alguien que no se acerca a los sacramentos,  ¿qué es lo que hace? Le abre las puertas al demonio, al maligno.

Hoy en el  Evangelio Jesús entró a la sinagoga,  donde enseñan los maestros, donde enseñan a las personas,  pero entra Jesús,   porque Jesús dice en el Evangelio habla con autoridad,  ¿qué es hablar con autoridad?,  un papa habla con autoridad,  cuándo  pide no decir groserías,  cuando él dice muchas groserías? -la autoridad se ejerce con el ejemplo,  por eso Jesús no era pura palabrería y enseñaba con el ejemplo,  porque su propia vida era una manera de enseñar a los demás.

Por eso creámosle a los que nos enseña,  a la persona que nos echan discursos y habla bien bonito,  pues podemos escucharlos y quedar complacidos con sus argumentos y ¿qué pasa cuando sucede lo contrario? -nos decepcionamos,  no hay credibilidad cuando alguien nos dice,  queremos que nuestro pueblo se amarran los cinturones y resulta que quién lo dice vive  con muchos excesos, no se les puede creer cuando pasan a las colonias, y ellos no hablan con autoridad,  eso es hablar de  dientes para afuera,  eso no es tener sensibilidad social,  Jesús hablaba con autoridad porque tenía amor por su pueblo y como lo hacía con su estilo de vida que él llevaba,  él que quiera ser mi discípulo que tome su cruz de cada día y me siga,  no hay de otra.

La vida de Jesús,  ¿qué pasa cuando los papás traen a sus hijos,  porque la gran tarea que tienen los papás es,  la formación de sus hijos  que es lo que provoca? -que tengan un discernimiento claro de lo que quiere Dios y lo que quiere Jesús de ellos,  es que se alimenten su corazón,  un símbolo de falta de comunicación entre el hombre y Dios es este,  endemoniado que aparece en el Evangelio no sé porque  no tenía a Dios en su corazón,  tenía al maligno, y que dice Jesús cállate y sal de él,  el maligno nos hará creer muchas cosas,  tenemos que ser valientes y también que salga de nosotros,  que salga de nuestras familias,  que salga de nuestros hogares,  que salga de nuestro corazón.

Dios quiere comunicarnos, Dios quiere que nosotros vivamos en paz, aquel hombre endemoniado vivía con incertidumbre, dice que se arrastra pon el suelo,  hermano si queremos vivir en paz, pidamos que es Espíritu Santo,  desde nuestro Bautismo y ahora en nuestra confirmación, que por el Espíritu Santo Dios hace lo suyo,  pero nosotros tenemos que dejar que se haga,  ¿quieres ser curado?, le dice al ciego de nacimiento Jesús y el ciego que le dice -sí quiero,  hoy el señor nos preguntar a nosotros ¿quiere ser curado, quieres tú vivir verdaderamente?,  quién reza el Padre Nuestro todos los días hay un momento en el que decimos líbranos del mal,  hermano que el Señor nos libre del mal.

Las sinagogas más o menos son equivalente a nuestra misa,  iban  a la sinagoga aquel  hombre,  pero cuando se encontró con Jesús,  empezó la lucha por qué porque no se puede  tener el mal en tu corazón y a Dios,  no importa no le tengamos miedo a esa lucha,  digámosle sí al Señor,  digámosle con honestidad líbranos de todo mal,  que la fuerza del Espíritu Santo,  que nos ha dado los fortalezca en el día a día, en el trabajo,  en la vida de familia,   que el Señor los bendiga,  a cada uno de ustedes,  los libre de todo mal y bendiga el esfuerzo que hacen preparándose a lo largo de toda la vida con nuestra oración para que la Virgen María también interceda por nosotros,  ¿quién es nuestra patrona de la Diócesis? -Nuestra Señora de los Dolores de Soriano,  pidámosle a nuestra patrona diocesana,  que interceda siempre por nosotros, que cuide nuestras familias,  que con su intercesión su hijo Jesús nos libra de todo mal. Amén”.

Al Terminar la celebración, el Sr. Cura agradeció al Sr. Obispo su visita e invito a la asamblea a brindarle un aplauso como muestra de carillo y gratitud, Mons. Faustino por su parte les dio la bendición.