CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA, CON EL NUNCIO APOSTÓLICO,en la LIII Asamblea Nacional Ordinaria de la CIRM.

Capilla de Teología, Seminario Conciliar Diocesano, Nuestra Señora De Guadalupe, Av., Hércules, Qro. 28 de Abril de 2017.

 

En la Capilla de Teología, ubicada en las instalaciones del Seminario Conciliar Diocesano, con motivo de la LIII Asamblea Nacional Ordinaria de la CIRM, (Conferencia de Institutos Religiosos de México) que  se llevó a cabo en la Diócesis de Querétaro, de manera específica en el Aula Magna del Seminario Conciliar, el día 28 de Abril de 2017, los Superiores Mayores de los Institutos Religiosos que asistieron a esta Asamblea, participaron en la celebración Eucarística, Presidiada por el Nuncio Apostólico, Mons. Franco Coppola, concelebrada por Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo Diocesano de Querétaro y por Mons. Javier Martínez Osornio, Vicario Episcopal para la vida Consagrada en la Diócesis de Querétaro.

Al inicio  de la celebración, el Nuncio, saludo a los presentes y les dijo:  “Pero muchas gracias Mons. Faustino,  por acompañarme en este día, muchas gracias a todos y todas ustedes, y les decía con mucha franqueza como siempre, que ya un poco maravillado por todos los agradecimientos, porque me acogen en su Asamblea hoy en este día,  a las personas más queridas del Señor, esta  es nuestra responsabilidad, por eso lo digo,  ustedes son las personas más queridas del Señor, aquí en su pueblo de México.

Al iniciar esta  celebración yo creo que, la iglesia  nos enseña, a hacer lo contrario de lo que hace el mundo, cuando hay algún problema no se preocupa de nosotros, y  aquí se nos enseña a conocerle,  pero no con tanta tristeza,  seguros de que si  es posible que renazca la maternidad en nuestra familia que nos hace recordar que los padres quieren de manera particular a los hijos, y estamos seguros de que el Señor nos quiere mucho más”.  Y en su homilía,  el Nuncio Apostólico, expresó:

 “Tengo que decir que  yo, entré al seminario después de la prepa, no con tanta motivaciones profundas, o sintiendo quizá cual llamado,   tengo un tío sacerdote, y me gustaba mucho como era, nunca lo vi enojado, me gustaba su manera de ser y quería ser como él, después pues, he aprendido  muchas otras cosas.

 Otra cosa que debo decirles, la primera vez que yo leí algo aquí en el Ambon,  fue cuando llegue ser  Diacono y me toco leer el evangelio,  pero durante todos los días del seminario siempre me reúse a leer la lectura, porque me sentía espantado; y ahora no solo me toca leer sino hablar,  no  siempre es así;  el Señor tiene sus designios,  y  normalmente como él se pone a trabajar escoge los peores y entre ellos yo, así que   estén tranquilos.

Pero el Nuncio también dudo,  y ha experimento en su carne, nada de todo lo que hace o tiene le llega al corazón vine de él, sino todo es un regalo, nunca imaginado nunca pensado, y siguiendo a mi tío que trabajaba con los jóvenes, yo estaba muy bien y después de ser ordenado Sacerdote me quede algunos  años   en el Seminario como Formador, dando la Teología Bíblica.

Pero después regrese a mi Diócesis,  porque yo soy del Sur de Italia,  ahí estudie en Roma, otra cosa extraña,  porque yo en ese  año yo era el único que estaba en el seminario, entonces  mi Obispo, me  pregunto ¿dónde quieres ir a estudiar,  como seminarista?, y yo, sin ningún otro pensamiento -le dije- ¡Roma!, y regrese feliz,  a una vicaria Parroquial, y muy agradecido del Seminario donde estudie.

Yo Feliz de ser Vicario Parroquial,  y que hace un Vicario, se ocupa de nuestras Parroquias,  se ocupa de catecismo, se ocupa de los jóvenes, -y todos  los problemas son del Párroco-,  él vicario  juega con los jóvenes;   y yo estaba feliz. Cuando me llama el Obispo y me dice Franco, lee esta carta, es del Cardenal que pedía al  Obispo, ponerme a disposición de la Santa Sede, para servicio diplomático. Pero  el Obispo me dijo,  ¡yo necesito de este Cardenal, así que haces lo que debes hacer!, y esa fue la profunda razón Teológica  y diplomática,    esa fue la razón por la cual yo estoy aquí.

Hay que saber apreciar como el Señor maneja las cosas,  no creo que sea una gran excepción, el Señor lo hace así.

La otra cosa impórtate que  cabe señalar, mi servicio como Nuncio, en la Republica Central Africana,  puede ser porque mis superiores me enviaron allí, en el 2014, entre  navidad del 2013, y  enero del 2014,   estalló una guerra terrible en este país.

Y mis superiores,  me pidieron esto, ¿aceptarías si te mandamos allá? Un país  donde no hay costumbres religiosas, lucha de poder,  una guerra entre dos milicias que había acabado con todas las fuerza, una milicia que se presentaba como defensora de os musulmanes, y otra que se presentaba como defensora de los Cristianos.

 La Francia como potencia colonial, después de varias vicisitudes, al final decidió apoyar la milicia que se declaraba defensora de los cristianos, y entonces bien amado, y al principio de esta milicia, nació para defender los derechos  de los cristianos, de los musulmanes.  Era el único país en el mundo donde los cristianos, “echaban a los musulmanes”, los corrían.

Este asunto lo encontró el Papa Francisco en su escritorio cuando fue elegido Papa, fue el primer problema internacional sobre su escritorio, él no conocía nada de África,   cuando fui  en verano para referirle algo, no podía soportar la idea de que los cristianos mataban a los musulmanes,  “no se vale, no es posible que dos milicias engañen haciendo creer que la lucha de poder es una lucha de Dios”.

Bien ustedes han vivido que significa una visita del papa ¿no?, bien,  la Republica Central no tenía nada,  pero nada, ya no hablemos de seguridad, no tenía nada,   ni siquiera las vallas,  y el Papa quería volcar los ojos del mundo sobre esta realidad, de este país, el último de los últimos en todas las especificaciones del mundo ¡cuánta pobreza!.

Se pueden imaginar ¿qué es preparar la visita del papa en este país? No hay T.V.  No hay nada, un País muy pobre y María había decidido poner todos sus medios para la visita del papa,  y fui testigo, y así la seguridad de las  naciones Unidas dijo quiero ayudar,  y después de haber visitado a los dos estados también el musulmán, para lograr la paz.

Se rentaron las pantallas, después que nadie quería arriesgarse, a prestarlas porque se podían quebrar y nos las querían vender, el País tampoco podía solventar el gasto, y yo siempre he dicho que cuando Dios quiere pone todos los medios y así fue se dio la visita.

Con esta experiencia, quiero aprovechar para decir que cuando se tiene fe,   aunque sea  con solo 5 millones de habitantes,   no 120 como en México y el 28 de septiembre vine a México, hace 7 meses y al día siguiente,  el papa y mis superiores,  ordena algo,  y me dicen que habían escuchado de  algo que se llama Guadalupe, y yo no sabía nada, esa es la realidad yo no sabía que era algo especial, y cuando el Nuncio llega,  no puede hacer nada hasta cuando se presenta  al Presidente de la República, para poder moverse en el país, y con los sres. Obispos para hacer algo en la iglesia, así que no pude hacer nada.

Y decía que es esto de Guadalupe, yo no conocía nada de esto, esta es la misión, y creo que todos nosotros, religiosos, religiosas todos nosotros,  nuestra misión es ser testigos, no  podemos contar, lo que nos han contado, lo que hemos estudiado, lo que nos han platicado, tenemos que ser testigos, tenemos que contar lo que hemos visto y oído, y tocado como esta parábola,  tenemos que anunciar lo que el Señor hizo con nosotros, en nuestra vida, las maravillas que realizo en nosotros,  por eso nuestro deber tiene que ser como el Evangelio, hacer memoria,  de lo que ha sido Jesús con nosotros, llenarnos de la mirada misericordiosa, y el Señor siempre te sonreirá.

Somos llamados, todos a llegar hasta los últimos de nuestros hermanos para anunciar el misterio de nuestra fe, decirle “aquí estoy yo, soy tu hermano”. Concluyo.

Al término de la celebración  a nombre de la CIRM Querétaro, Mons. Javier Martínez Osornio, y el Pbro. Prisciliano Hernández Chávez,  le hicieron entrega de un pequeño presente al Sr. Nuncio, diciendo: “Hace siete meses que llego a México, y a nuestro corazón, así que le queremos dar  este regalo,  es un libro de la Virgen de Guadalupe  y ha venido a un Seminario consagrado a la Virgen de Guadalupe, y le entregamos también otra obra donde están plasmadas las diferentes congregaciones religiosas, que han pasado por nuestra Diócesis,  y otra obra de la ciudad de Querétaro,  es algo sencillo pero, se lo damos de todo corazón. La asamblea le brindo un fuerte aplauso y  el Nuncio Apostólico,  dio su bendición, a todos los presentes.

Mons. Faustino Armendáriz Jiménez Obispo de Querétaro dirigió una palabras a todos los participantes en la  LIII Asamblea Nacional de la CIRM y les dijo: “Quiero personalmente decirles que están en su casa, y agradecer al Sr. Nuncio,  esta muestra  de benevolencia al compartir su experiencia, que sin duda es Evangelio vivo, y que nos ayuda como testigo del amor de Dios,  en la  tarea Pastoral que realiza. Bienvenidos a Querétaro”

Una vez concluida la celebración, todos se dispusieron a retirarse  a sus lugares de descanso, para continuar al día siguiente con su itinerario de trabajo.