ASAMBLEA NACIONAL DE ECIM (Encuentros Cristianos de Integración Matrimonial)

Av. Constituyentes # 124, Col. El Jacal, Querétaro, Qro. 28 de Mayo del 2017.

El día 28 de mayo de 2017, Mons. Faustino Armendáris Jiménez, Obispo de Querétaro, presidió la celebración Eucarística, con motivo de la Asamblea Nacional de ECIM, (Encuentros Cristianos de Integración Matrimonial), que tuvo como sede la Diócesis De Querétaro, dicha Asamblea se llevó a cabo en el Hotel Real de Minas, ubicado en Av. Constituyentes No. 124, Pte., El Jacal, Querétaro, Qro. La Santa Misa fue concelebrada por los directores espirituales de las diferentes  Plazas: El  Pbro. José Sánchez, y Pbro.  Oscar Sánchez (Querétaro),  Pbro. Héctor Padilla (Salvatierra),  Pbro. Vicente Flores (YUM), Pbro. Rolando Estebes Ramírez (Texcoco), Pbro. Patric Oconel (León), Pbro. Jesús Mora Amezcua (Guadalajara) y el asesor nacional el Pbro. Tomas Redondo, asi mismo asistieron   los Laicos que conforman las coordinaciones en diferentes estados de la República  entre ellos: Colima, Guadalajara, Laguna, León,  México, Morelia, Querétaro, Saltillo, Salvatierra, Sucre, Teoloyucan, Texcoco, Toluca y YUM, en donde hace presencia este movimiento. Al inicio de la celebración el Sr. Obispo, les comento:

“Saludo a todos ustedes, que participan  en esta Asamblea de ECIM, “bienvenidos a Querétaro”, siempre una asamblea es un espacio, que podemos decir de oxigenación, en el carisma  o la orientación que se tiene en la agrupación o movimiento, y agradezco a los Sacerdotes su presencia que como Asesores  Espirituales,  ayudan a orientar el camino de la comunidad, gracias Padres por venir”. Y en la homilía,  Mons. Faustino, expresó:

“Que en nuestra vida vayamos proclamando el evangelio, en la familia y en  las comunidades,  porque a  fin de cuentas  allí es donde se tienen   que aterrizar esta tarea de Pastoral algún  día;  uno de los  grandes desafiaos en nuestra Diócesis es la Pastoral Familiar,  a nivel diocesano está muy bien planeado,  sin embargo cuando tocamos cada una de las parroquias, díganse en las parroquias que sea,  podemos cuestionar  si realmente la Pastoral Familiar es la contribución que tenemos de ella, y si esta contabilizado y dando frutos en la familia,  esas que viven en las colonias, que está  están allí en los barrios a veces marginales,  y esas que están allí alrededor de sus templos parroquiales.

Por  eso,   me congratulo con ustedes y les exhorto,   a que sigan realizando esta  tarea, de una Pastoral de la Familia donde  trabajan por lo esencial de la sociedad, y que está, como centro transformador de  una sociedad unida, de una sociedad con valores, y valores del evangelio y seguramente aporte mucho a toda la  sociedad  en general.

Hoy la celebración,  que nosotros tenemos en la liturgia, en primer lugar es el acontecimiento de la Ascensión del Señor, y podemos considerar,   dos elementos que nos ayuden en esta fiesta,  Jesús hizo lo suyo a lo largo de su vida pública,  donde él marcó la pauta de un estilo de vida según la buena noticia, según el evangelio, siempre realizo un plan, el plan de su Padre Dios. La obediencia de  Jesús, nos enseña mucho y ciertamente enseño mucho a sus apóstoles a sus seguidores.

Y toda su vida estuvo marcada  por ese misterio pascual,  que realiza al final de la misma,  con su   pasión, muerte y su resurrección, y esta es la misma suerte de quienes seguimos a Jesús, nos marca el misterio pascual  y nos da la pauta de trabajo, de tal manera que no podemos desviarnos del  camino, que Jesús, pues siempre nos guie.

En primer lugar,  nos marca el camino, la  orientación, en la catequesis que de niños aprendíamos, en primer lugar decíamos ¿para que fue creado el hombre?, “para amar y servir a Dios, en esta vida y después  verle y gozarle de la otra”, esto es del catecismo de Ripalda y ya ¿a ustedes no les toco verdad?,  y este  es el camino que marca Jesús a sus discípulos.

Sin embargo ese caminar, no es fácil   y todos estamos en esa lucha y creo que si está integrado a ese plan Salvador de Cristo, ese plan que le ha encomendado a su iglesia, de tal manera que todos recorramos ese  camino de Salvación, al final de cuenta estamos orientados hacia lo trascendente,  buscamos orientarnos hacia Dios, toda la vida. Sin embargo nuestra doctrina, la doctrina de la iglesia, dice siempre estamos marcados porque Jesús nos orienta hacia Dios.

Sin embargo es claro, Jesús a lo largo de todo su ministerio, cuando nos habla del perdón, cuando  habla del acercamiento de los que sufren, cuando nos habla  de estar cercano a los pobres  cuando nos habla de la coherencia de vida,  cuando nos habla de seguirnos formando cada día, es decir Jesús con su doctrina y  con su manera de vivir implanta un estilo de vida, que nos lo deja y a partir de ese estilo de vida dice Jesús “Hagan por ascender a los cielos”

 Y también de este  estilo de vida, dice Jesús vayan y anuncien el reino de los cielos,  vayan y anuncien el evangelio, vayan y hagan discípulos, así como ustedes  esa  es la tarea de la iglesia y a lo mejor eso es el gran desafío en una comunidad parroquial, en una Pastoral; hacer discípulos que sigan a Jesús, no que sigan un carisma, que sigan a Jesús con el estilo de vida de Jesús y sin duda  todos sin excepción estamos invitados a seguirlo   y sin embargo estamos luchado en la medida de la voluntad y de la fe de cada uno.

Por eso, el quehacer nuestro hoy, se llama iglesia en salida, en su tiempo se llamaba iglesia misionera,  con la inquietud  y la  preocupación de decir, que hay tantas familias vacías de Dios, de que hay  tantas familias  desintegradas, creo que este es el camino del cielo  luchar porque todas esas familias se integren entorno a la palabra de Dios, entorno a  Jesucristo, entorno a la voluntad que Dios quiere para el bien de la familia, por eso es desafío es grande.

Por eso quiero compartirles tres elementos, en este “hacer y quehacer”  que seguramente es válido  para todas las pastorales, para todos los movimientos y agrupaciones, que son esenciales en nuestra iglesia.

 En primer lugar, fortalecer la espiritualidad, no se puede ser un grupo, sin una profunda espiritualidad  y la espiritualidad nos lleva a la comunión, por eso dentro del movimiento o agrupación que estén  tendrán que multiplicar las  pequeñas comunidades de hermanos, las pequeñas comunidades de matrimonios  reunidos en torno a la palabra de Dios,   para fortalecer la vida espiritual tenemos que escuchar la voz de Dios,  y completar de manera permanente nuestra vida con lo que Dios quiere y lo que yo quiero con esta agrupación, por eso un dialogo con Dios,  la oración el acercamiento a la oración de adoración ante los Sagrarios de las comunidades,  es fundamental para  crecer en esa familiaridad con Dios, como personas pero también  como comunidad.

En Segundo lugar creo que se tienen que  impulsar de manera constante de manera permanente, y eso no solo la dimensión de laicos,   a todos los movimientos de México, a privilegiar la formación,  creo que  es fundamental cada vez, sin duda el  laico con más preparación y con una  sólida  espiritualidad, pero también  con una sólida doctrina,   dará sus frutos,  especialmente  con asistencia de la Iglesia, con la doctrina social de la iglesia.

Donde demos la cara, en los ambientes sociales, en los ambientes jurídicos, donde ustedes también son laicos como fermento de la sociedad en los ambientes más desafiantes, sin duda el Papa ya nos hacia la invitación a la formación permanente. Y sin duda la formación permanente nos lleva a otra  tercera consideración,  la misión permanente,  hablar de  iglesia en salida es tocar lo que la iglesia ve como un desafío, en anuncio  permanente,  es decir  la orientación de todo lo que hacemos como misión y cuando la misión es la prioridad en nuestra iglesia, en nuestra diócesis, en nuestras parroquias, también estemos preocupados,  por salir  literalmente a visitar  a las  familias.

Dentro del proyecto de misión ¿qué se puede hacer?,  creo que también se tiene que  preguntar, ¿que tanto testimonio damos en lo que siempre hacemos?,   ¿que puedo decir  yo en el lugar donde yo vivo, si realizo  mi tarea evangelizadora,  y que tanto puedo ofrecer a los demás?.

Hermanos la experiencia de la misión   debe pasar de las palabras a los hechos y debemos  seguir siendo una iglesia en salida, en una iglesia de puertas abiertas, y si no, no podemos decir que somos misioneros.  Y cuando hablo de salir es salirnos todos,  el Papa nos ha  recordado en su visita a Brasil,  que la oración  tiene que ser misionera, es decir todo lo que hacemos debe tener una orientación misionera,  y no podemos olvidar los sistemas  de programación, es decir dentro de la programación tenemos que poner nuestra misión, y  ver que tanto trabajamos con los que entran en nuestra zona de confort, y cuanto se habla de Dios,  y de la misión apostólica como misión.

Dios les ayude y que este día de la Asención  del Señor, que la invitación de Jesús el día de hoy que empieza con un verbo imperativo “vayan”, aunque aquí hay mucha gente, ustedes vayan no a donde se les antoje, obispos, padres, “vayan todos”, por eso que también esta manifestación de esta asamblea les ayude  a orientar nuestra fuerza y nuestros guías espirituales, nuestro potencial evangelizador, y también nuestra identidad de hijos de Dios, y  la mejor manera de evaluar y saber si realmente estamos en este camino, es como dice  Madre Teresa “hay que dar hasta que duela”,  es decir que nos cueste tiempo, que nos cueste salir, que nos cueste  ejercer esta tarea en nuestra comunidad.

El Señor nos ayude, y a  todas las familias y  bendiga ya desde hoy  la oportunidad de realizar la misión a todas aquellas familias que nos están esperando a nosotros los discípulos misioneros de Jesús, a nosotros como iglesia en salida y así   un movimiento en salida misionera. Que así sea.

Al Finalizar Mons. Faustino, les dio su bendición, y por su parte la Sra. Pilar Patiño, Coordinadora de la Comisión de Pastoral y Crecimiento Espiritual, en la Diócesis,  agradeció la presencia de nuestro Pastor Diocesano e invitó a los allí reunidos a brindarle un aplauso, como signo de agradecimiento por su presencia y por su acogida  en esta Diócesis de Querétaro.