50 ANIV. SECCIÓN ADORACIÓN NOCTURNA MEXICANA. San Juan del Río, Qro.

San Juan del Río, Qro., 3 de Febrero de 2018.

El día 3 de febrero de 2018, Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, presidio la Sagrada Eucaristía, en la Parroquia de San Juan Bautista, ubicada en Plaza de la Independencia # 1, Centro San Juan del Río, Qro.,  en el marco del 50 Aniversario de la Sección de la Adoración Nocturna Mexicana,  concelebraron esta  Santa  Misa el Pbro. José Hernández Pérez director espiritual de la Adoración Nocturna Diocesana, el Párroco Pbro. Javier Bocanegra Morales, Diacono José Luis López Gutiérrez y algunos otros sacerdotes del presbiterio diocesano. En su homilía Mons. les compartió diciendo:

“Damos gracias a Dios por el  gran testimonio de adoración en México,  por el gran testimonio de  Jesucristo vivo, que por sus actitudes y sus postraciones fortalecen nuestra Diócesis de Querétaro,  saludo al padre Javier al padre José Hernández responsable de la Adoración Nocturna,  saludo a todos y cada uno de los sacerdotes y diáconos que nos acompañan,  sin duda es un día memorable para esta comunidad de San Juan Bautista,  cuando esta sección adoradora cumple 50 años,  50 años de dinamismo 50 años de Adoración, gracias hermanos por toda esta tarea evangelizadora que han hecho a lo largo de este tiempo.

Sin duda estamos unidos a un proyecto en nuestro país,  hay casi cerca de un millón de adoradores donde se vive esta experiencia del encuentro con Jesús en el Sagrario,  en la Eucaristía y como se convierte la Adoración Nocturna en una fuente para dar fuerzas,  para reavivar  la evangelización,  de la catequesis particular en nuestra Diócesis de Querétaro y en cada una de las comunidades parroquiales. Esto tiene que ser un aliciente para ustedes,  para que sigan compartiendo con tantos hombres y mujeres que quieran amar a Jesús Eucaristía.

Sin duda hoy en el Evangelio se ilumina este gran acontecimiento,  cuando miramos a Jesús,  a Jesús que está en medio del pueblo,  a Jesús que realiza la misión salvadora que su padre le ha encomendado,  a Jesús que enseña a los discípulos a amar más a su padre Dios y a hacer su voluntad, hoy lo miramos en medio de la multitud sin descanso quizás en un mundo muy familiar,  ustedes lo ven,  la mejor escuela que pudieron tener aquellos apóstoles de Jesús es el estilo de vida de Jesús,  el poder mirar sus Milagros pero también mirar la tarea misionera que realizaba aún en los momentos en los cuales el realizaba en esos espacios que tanto le agradaban Jesús se acerca al mundo y así lo ha querido es hacerse presente,  es hacer su voluntad quedarse entre nosotros.

Hoy nos dice tomen y beban el Señor se ha quedado en este trozo de pan y ahí el Señor quiere acompañar a toda la humanidad,  desde los Sagrarios de tal manera que pongamos en ello todos aquellos enfermos,  todos aquellos que están fatigados y agobiados,  es el mismo Jesús que recorría Galilea, que recorría Samaria, que necesitaba de la acción salvadora de Jesús se habla de que recorría todos aquellos senderos evangelizadores,  es el mismo Jesús, curiosamente el Señor ama nuestra alma, ama toda nuestra persona,  por eso cuando se identifica aquella mujer que necesitaba de la acción salvadora del Espíritu Santo se habla de un encuentro con él en cuerpo y alma, Dios no nos deja solos hasta que nos resignemos a nuestro dolor y a nuestros  sufrimientos, porque  al final  Dios se  deja ver en la experiencia del apóstol San Pablo cuando él proclama se y lo  entiendo ahora porque Dios ama a su pueblo,  porque lo han visto mis propios ojos,  porque vieron la obrar de Jesús.

Hoy la suegra de Pedro ve a Jesús, a ese Jesús que nos sana, enseña  a que tus hijos,  a que nosotros hermanos,  extendamos la mano y ese es Dios que quiere salvarnos como personas,  el que quiere rescatar nuestra dignidad,  el que quiere evangelizar, ese es Jesús que no solamente su prioridad es echar fuera los demonios,  sí no su prioridad es evangelizar y eso lo entendió muy bien San Pablo,  cuando decía “hay de mí sino evangelizó”.

Hermanos, esto es lo que tenemos que aprender de Jesús, hay de mí sino evangelizó,  sin duda su testimonio, su oración,  sus horas,  dedicadas a la oración de Jesús Eucaristía, esta es su tarea evangelizadora,  eso es anunciar el evangelio,  esto es proclamar la buena noticia desde el silencio en la oración.

Hermanos sigamos proclamando la buena noticia, no se nos olvide la luz de la propuesta del Evangelio,  proclamando la buena noticia se hace habré  el corazón no para pedir algo,  sino para gloria de Dios,  hoy al contemplar a ese Jesús  que vive en medio del pueblo, el  que responde los caminos del sufrimiento,  de la necesidad y de la desolación nos invita a  nosotros a contemplar en nosotros su obra salvadora.

Sin duda ustedes cuando están delante del Sagrario, el Señor está actuando porque él es esa memoria, y ustedes están pidiendo por todas las necesidades del mundo,  porque ustedes con su oración están salvando almas,  que sigan evangelizando dando testimonio de la presencia de Jesús vivo y  llevemos a muchos a ese encuentro con Jesús.  Los primeros 50 años,  sin duda el Señor les mira a futuro y con gran esperanza, sabiendo que su corazón bondadoso hace que acepten el reto de realizar la voluntad de Dios y hoy la voluntad de Dios es que cada uno de nosotros podamos decir como San Pablo, “Hay  de mí sino evangelizó”,  el gran reto de hoy es la invitación a creer y a creer que cada uno de nosotros como discípulos,  de que esta es la misión que Dios, y me pide para seguir contribuyendo en estos tiempos y en medio del mundo.

Hermanos ustedes son parte importante de la iglesia,  sin duda el demonio va a tratar o ha tratado de disuadirlos,  o quizás algunos hermanos han caído en esta tentación,  oremos como Jesús para estar dignos en la prueba recordando que el Señor sigue presente entre nosotros y que el Señor nos seguirá acompañando y lo sigue haciendo desde el Sacramento de la Reconciliación,  pero también el Señor nos sigue invitando a través del Sacramento de la Eucaristía,  dejémonos acompañar por Jesús que estos 50 años  que seguramente son gran testimonio y que seguramente sean continuadores de esta gran comunidad parroquial, y que desde ahí se han fuente de Evangelio para otras comunidades, ¡felicidades a todos ustedes,  felicidades a esta comunidad parroquial!,  y lo vemos con tantos sacerdotes que a lo largo de estos 50 años como directores espirituales han velado por tu salud espiritual.

Pidamos de manera muy especial a la Adoración Nocturna, para que pida por los sacerdotes de nuestra Diócesis,  para que tengamos un corazón puro,  para manifestar la presencia de Dios especialmente en los más alejados,  en los más pobres, oremos por tantos fieles y sepamos que este es un medio para que la buena noticia llegue a los cuatro puntos cardinales de nuestra Diócesis,  pidamos porque la misión sea nuestra pasión que la Eucaristía nos siga alimentando para seguir adelante en nuestros proyectos,  y los objetivos que tiene la Adoración Nocturna,  como un gran apostolado teniendo la Eucaristía en nuestra Diócesis de Querétaro.

Hoy quiero encomendarnos a la Santísima Virgen María,  especialmente en su advocación de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano,  nuestra patrona diocesana que ella que nos ha preparado a lo largo de los siglos,  nos siga preparando y siga bendiciendo a la Adoración Nocturna. Que así sea”.

Al terminar el Sr. Obispo les dio su bendición, y los allí reunidos le agradecieron brindando un aplauso.